~NAT~
─ ¿Mamá? ─la llamo en cuanto entro a nuestra casa con Ed detrás de mí.
─En el segundo piso ─grita de regreso.
─Vamos ─le digo a mi nuevo amigo y lo llevo hasta la habitación de mi hermana, que queda contigua a la de mis padres y en donde se encuentran ambas─. Mamá ─repito─, traje a Ed conmigo para ayudarte en lo que necesites.
Ella termina de ponerle el pañal a Cloe y se gira para mirar a este con una sonrisa.
─Hola ─le dice alegremente, pero él no responde, solo se queda paralizado mirando fijamente a mi mamá.
─ ¿Estás bien? ─le pregunto.
─ ¿Qué? ─dice reaccionando─. Sí, lo estoy. Lo siento. Hola, señora Gridley, soy Edward Sparks, es un gusto conocerla.
─El gusto es mío, cielo ─dice ella, ignorando su extraña actitud─. Finalmente conozco al famoso Ed ─sonríe─. ¿No vino tu hermana con ustedes? ─levanta sus cejas en mi dirección, haciendo que yo adoptara un intenso color rojo.
─No señora, está trabajando ─él la queda mirando de esa extraña manera otra vez─. ¿Puedo pedirle algo? ─le pregunta un poco avergonzado mientras se rasca el brazo.
─Por supuesto, cielo.
Él cierra los ojos y los vuelve a abrir cuando finalmente habla.
─ ¿Me permite abrazarla? ─dice con evidente dolor.
─Claro ─repone mi madre con ternura.
─Gracias ─él se lanza a sus brazos y comienza a llorar.
─ ¿Pero qué...? ─empiezo a decir, pero lo sollozos de Ed me cortan.
─Yo solo... Yo solo la extraño tanto. A ambos. Los extraño tanto.
─Shhh ─mi mamá acaricia su cabeza suavemente─. Está bien ─le dice de manera tranquilizante─. ¿Quieres hablar sobre eso?
─No ─murmura.
─Está bien ─repite─. Entonces solo te abrazaré en silencio hasta que te sientas mejor.
***
─Dilo.
─ ¿Qué?
Ed rueda los ojos y deja la caja de la que se estaba encargando de desempacar a un lado.
─No has dejado de mirarme desde mi escena con tu mamá, así que di lo que quieras decirme. Me estás poniendo nervioso.
Suspiro.
─ ¿Están muertos? ¿Tus padres? ─una expresión de dolor atraviesa a Ed y yo me arrepiento por ser tan directo─. Lo siento, yo...
Él me interrumpe, levantando su mano.
─Lo están. Y sé que debió haber sido incómodo que abrazara a tu mamá y llorara como un bebé, pero...
─Gracias a Dios mi papá está trabajando, sino si hubiese incómodo ─me río, tratando de aliviar la tensión del ambiente
Ed rueda los ojos una vez más, pero puedo ver el inicio de una sonrisa en sus labios.
─Gracias por entender ─dice finalmente.
─No hay problema, hombre ─palmeo su espalda─. Para eso están los amigos.
***
─Toma ─Liz me lanza una hamburguesa.
─ ¿Por qué es esto? ─arqueo una ceja en su dirección.
Ella sonríe.
─Sabía que estarías aquí. Y sí le traigo una a mi hermano, también tengo que hacerlo contigo. Es bastante justo ─se encoge de hombros─. Por cierto, ¿dónde está?
─Arriba.
─ ¡Ed! ─lo llama y frunce el ceño cuando él no contesta─. ¡Edward! ─vuelve a gritar sin volver a recibir respuesta─. ¿Estás seguro de que está allí?
─Sí, después de terminar de ayudar a mi mamá y que la casa quedara bastante decente, vinimos aquí y él me dijo que lo esperara y subió.
─ ¿Hace cuánto? ─me pregunta subiendo las escaleras.
─No lo sé ─digo, siguiéndole el paso.
Pero mientras más lo pienso, más siento que fue demasiado tiempo.
─Ed ─ella golpea su puerta antes de abrirla y la encuentra completamente vacía.
ESTÁS LEYENDO
Intense
Teen FictionEn esta historia veremos la manera en la que Elizabeth sobrelleva el acontecimiento que marcó su vida y la de su hermano; así cómo desde la llegada de Nat, por primera vez en mucho tiempo comienza a sentir que puede volver a tener su vida de regreso...