~LIZ~
La luz del sol entra a raudales por la gran ventana cuando parpadeo abriendo mis ojos y despierto encontrándome con mi hermano boca abajo solo con sus boxers puestos a mi lado. Algo que no es raro para mí. Aunque eso sí, me sorprende que incluso cargue puestos unos, ya que por lo general él duerme sin absolutamente nada.
Supongo que lo hace por estar en la casa de Nat porque nunca le importó andar desnudo frente a mí.
Simplemente no le da vergüenza.
Pero luego al darme cuenta de que yo había sido cambiada con una enorme camiseta sonrío, mi hermano es tan considerado.
Un momento.
Fijo mi vista en la puerta que lleva al vestidor donde la camiseta de Ed se encuentra colgada.
Si no estoy usando la camiseta de él, eso significa que...
Oh, Dios.
Cubro mi cara con mis manos y luego escucho sonar el timbre a lo lejos.
No puedo evitar mantener lejos mi curiosidad, así que me levanto silenciosamente y cuando llego a la puerta de la habitación puedo ver a Nat bajando las escaleras.
Arqueo una ceja y estoy a punto de seguirlo, pero escucho a Cloe quejarse, así que decido ir por ella primero. Mi curiosidad puede esperar.
Cloe solo tenía hambre así que una vez que le doy su biberón hago mi camino para ir abajo y me detengo en uno de los escalones para poder escuchar.
─Te extrañaba ─una melosa voz de mujer hablaba.
¿Quién demonios es esa?
Trato de ver por el barandal y lo único que alcanzo ver es a Nat de espaldas y a una chica más alta que él (aunque quizás se deba por sus enormes tacones) de cabello castaño claro, ojos verdes y un cuerpo y un bronceado más perfecto que el de Tessa, si eso es si quiera posible.
─Por supuesto ─dice él incrédulo.
─Aunque no sé por qué si quiera vine.
─He estado tratando de decirte eso, Jennifer ─Nat suelta cansado.
¿Jennifer?
¿La perra manipuladora Jennifer?
─Lo que trato de decir es que... Siento que te perdí ─ella hizo un puchero y la odio por lo hermosa que luce haciéndolo─. Y no quiero perder a mi amigo, no cuando se acerca una fecha muy importante.
¿Fecha importante?
Nathaniel se ríe.
─Te diré algo ─empieza─. Tenías todo para tenerme. ¡TODO! Tenías mi amistad, mis ganas, mis fuerzas, mi cariño, mi amor... Tenías todo de mí, y lo más importante, ME TENÍAS A MÍ, todo el tiempo frente a tus ojos, pero no supiste verme. Y ahí me perdiste. Además del hecho de que, no sé si lo recuerdas, pero nuestra amistad terminó el día en el que me dijiste que yo no era tu mejor amigo.
─Pero podíamos ser amigos.
─ ¿De otras personas? Sí. ¿Entre nosotros? De ninguna jodida manera. Ese día destruiste cualquier sentimiento que yo tuviese por ti.
─Aquí vamos otra vez, Nathaniel ─dice con irritación y odio la manera en la que pronuncia su nombre─. Mira, sé lo que dije, y sé que sentías algo por mí, pero...
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Intense
Teen FictionEn esta historia veremos la manera en la que Elizabeth sobrelleva el acontecimiento que marcó su vida y la de su hermano; así cómo desde la llegada de Nat, por primera vez en mucho tiempo comienza a sentir que puede volver a tener su vida de regreso...