~NAT~
La luz del sol al entra a raudales por la gran ventana rectangular cuando parpadeo abriendo mis ojos y despierto con un peso agradable sobre mi pecho. Liz se encuentra acurrucada allí mirándome a través de sus pestañas.
─Hola ─me dice con una voz ronca por el sueño y privilegiándome con la vista de su cuerpo desnudo.
Las comisuras de mis labios se curvan hacia arriba.
Esta es una manera increíble de despertar.
Me tenso.
¡Despertar!
─ ¿Qué pasa? ─pregunta con preocupación.
─ ¿Es de mañana? ─inquiero asustado.
─Sí ─me incorporo de golpe, algo que es un poco complicado con Liz sobre mí, pero ella inmediatamente me vuelve a empujar hacia abajo─. Relájate, Nat.
─ ¡Pero Ed podría entrar en cualquier momento!
Niega con la cabeza.
─No está aquí.
─ ¿No?
─No. Se quedó a dormir donde Tessa.
─ ¿De verdad?
Ella rueda los ojos y estira su mano para alcanzar su celular.
─Sí, me mandó un mensaje ─me entrega el teléfono y efectivamente leo el mensaje de Ed.
Suspiro aliviado.
─Lo siento ─digo acariciando su cabello─, es solo que no creo estar preparado todavía para enfrentarlo.
─Sí, yo tampoco. Es por eso que le pregunté si vendría cuando te quedaste dormido porque no lo había oído llegar, pero como dijo que no, te dejé dormir y luego yo hice lo mismo.
─ ¿Si hubiese venido me hubieses botado? ─pregunto incrédulo.
─Sí ─me da una sonrisa cruel.
Niego con la cabeza.
─Eres incorregible.
─Disculpa ─dice fingiendo estar ofendida─, pero anoche no te quejabas de eso.
─Y nunca lo haría ─le sonrío inocentemente.
─Aunque es raro ─dice con una sonrisa.
─ ¿Qué?
─Que estuvimos despiertos toda la noche y casi no dormimos en absoluto, pero me siento como si lo hubiese hecho por horas. Me siento completamente descansada.
Sonrío.
─Sí, me siento igual ─enredo mi dedo en uno de sus rizos─. ¿Crees que es precipitado?
─ ¿Qué cosa?
─Esto. Nosotros. Todo lo que nos dijimos y sentimos.
─Antes te hubiese dicho que sí, porque era de las personas que se tomaba su tiempo para las cosas, pero ahora, me di cuenta que la vida es demasiado corta y que en cualquier momento podrías ya no estar, así que tengo dos filosofías de vida: Uno, vivir cada momento como si fuese el último. Y dos, decirle hoy a la persona que amas que lo amas porque mañana podría ser demasiado tarde.
─Bueno, te amo ─le digo.
Ella sonríe.
─También te amo.
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Intense
Teen FictionEn esta historia veremos la manera en la que Elizabeth sobrelleva el acontecimiento que marcó su vida y la de su hermano; así cómo desde la llegada de Nat, por primera vez en mucho tiempo comienza a sentir que puede volver a tener su vida de regreso...