Nunca Te Recuerdo, Porque Nunca Te olvido [TERMINADA ✔]

Capítulo 24: No huyas, niña loca

- ¿Usted no cree que se den cuenta? – Vuelve a preguntarme Andrews por tercera vez en el día mientras que ambos miramos hacia el jardín a través de la puerta de vidrio corrediza.

- Claro que no, Andrews. ¡Por favor! Eres un exagerado – Le respondo tomando un sorbo de la taza de café que sujeto en mi mano – Es perfecto para la tarea, ni siquiera luce sospechoso.

Hago un ademán hacia el muchacho rubio que mide 1.70 cm, con exuberantes músculos y tatuajes en los brazos, el cual hemos contratado como vigilante encubierto haciéndolo pasar por el "nuevo jardinero" de la casa. Andrews y yo nos hemos esforzado para que su presencia pase inadvertida, de tal manera que le conseguimos un uniforme verde y una cortadora de césped... pero aquel sujeto luce como un muñeco Max Steel atrapado en un disfraz ridículo.

- Joven James, claramente se van a dar cuenta de que hay algo raro en ese muchacho. ¡Sólo mírelo! Ni siquiera sabe cómo se usa esa máquina – Insiste Andrews señalando al recién nombrado que empuja aquel artefacto como si se tratara de un tractor.

- ¡Deja tus malas vibras de lado, Andrews! – Me quejo de su actitud para ocultar mi inseguridad respecto al plan, ya que también puedo ver al chico luchando por no dejar escapar la cortadora de césped de sus manos – Relájate. Nadie se va a dar cuenta de nada.

- ¿De qué no se van a dar cuenta? – Pregunta una voz chillona entrometida a nuestras espaldas.

Grace aparece de la nada tomándonos desprevenidos a ambos. Andrews se aclara la garganta con incomodidad mientras que yo me aferro a mi taza de café desviando la mirada haciéndome el desentendido.

- Si me disculpan, iré a hacerle mantenimiento a los coches – Se excusa Andrews dejándome solo con la niña curiosa.

<< ¡Eres un maldito traidor! >> Le digo con la mirada a mi chófer cuando se esfuma de la habitación.

- ¿Y entonces? ¿Se puede saber de qué hablaban? – Insiste McCartney cruzándose de brazos, pero se distrae al ver al empleado de uniforme verde corriendo tras la cortadora de césped, la cual se ha salido de su control – ¿Quién es él? – Pregunta arrugando las cejas permaneciendo de pie a mi lado viendo hacia el jardín.

- El nuevo jardinero – Respondo mirando en la misma dirección, presenciando el desastre desde el interior de la casa.

- ¿Y estás seguro de que sabe cómo ser un jardinero? – Me presiona ella cuando ambos observamos cómo se le cae la máquina a la piscina y él vocifera algún insulto en voz alta.

- Es su primer día, sólo está nervioso – Trato de excusarlo cuando lo veo meterse a la piscina para sacar la máquina. Luego de esto desvío mis ojos hacia Grace para distraerla – ¿Y usted qué hace despierta a estas horas, jovencita?

Ella se encoge de hombros mientras me corresponde la mirada, así que finjo un gesto de desagrado al observar el pijama de estrellas moradas que trae puesto, aunado a su melena rubia suelta y desaliñada como si se tratara de un nido de avispas, sin mencionar sus pies descalzos sobre el suelo.

- ¿Qué tiene de malo levantarse temprano? Tengo planes – Afirma ella volviéndose a cruzar de brazos al mismo tiempo que pisa varias veces el suelo generando un sonido irritante con su pie – De hecho, he organizado una salida grupal esta noche con los muchachos. Te aseguro que resultará mejor que las que tú planeas, incluso puedes ir para confirmarlo si te apetece.

- Oye, si lo dices por lo de anoche... - Trato de defenderme pero ella se adelanta, elevando una mano para que me calle.

- Tranquilo, todos sabemos que no eres un chico normal y he tenido que adaptarme a tus repentinos cambios de humor – Alega ella con altivez sin bajar su mano– Sin embargo, esta noche no se trata de ti, sino de la fiesta del concurso. Por lo tanto, necesitaré de la ayuda de los muchachos.