Capítulo 26: Etiquetas para "esto"

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A la mañana siguiente los mechones de cabello que me rozaban la nariz me obligaron a abrir los ojos, ofreciéndome la vista de una mujer dormida con una exuberante melena rubia alborotada.

<<Joder. Es magnífico verla así>> Sus piernas entrelazadas con las sabanas mientras que su cuerpo es ligeramente cubierto por el vestido, sus labios están entre abiertos y su suave respiración hace que su pecho se mueva con sutileza. Luce tan sexy allí adormilada que me molesta la idea de ponerle fin a tal vista sin saber cuándo podré volver a apreciarla de esta manera.

Sin embargo, al posar mis ojos sobre la almohada puedo notar un pequeño camino de baba sobre ésta, el cual me imposibilita la tarea de suprimir la sonrisa burlona que se adueñó de mi cara al quitarme de su lado para sentarme en la orilla.

- ¿Grace? – Es raro pronunciar su nombre tan temprano en la mañana. No obstante, en vista de que no me hace caso me veo obligado a darle pequeños golpes al colchón. Por más que me guste verla dormir no nos podemos quedar aquí – Despiértate, niña loca.

Ella se sobresalta al escucharme, abriendo los ojos con dificultad mientras se reincorpora en la cama y gira su cabeza para verme.

- ¿Q-que pasó? – Pregunta alarmada tratando de cubrir su figura con la sábana.

- Nada, sólo que estabas inundando la cama con tu saliva – Le respondo señalando el pequeño charco que formó sobre la almohada – No sé qué le criticabas al tío de Nick si eres idéntica a él.

Mi comentario la motivó a tocarse la mejilla y al confirmar mi declaración, en vez de reaccionar como una persona normal, clava sus esferas color avellana en mí lanzándome una mirada de odio.

- Esto es culpa tuya – Balbucea tratando de hacer una dona con su cabello enredado.

- Claro que lo es – Digo con arrogancia al ponerme de pie – Quedaste abatida después del orgasmo que posee mi firma.

Ella estrecha los ojos en mi dirección, al mismo tiempo que me arroja la almohada con rabia a medida que me alejo de la cama, la cual esquivé soltando una carcajada. Burlarme de ella era una buena forma de iniciar el día.

Entré al pequeño baño a asearme, me demoré un poco para darle su espacio y que se arreglara en paz. Por consiguiente, al volver a la habitación con una toalla amarrada a mi cadera destilando gotas de agua de mi cabello, parece como si sus pupilas se dilataran al verme.

Ella permanece en la misma posición donde la había dejado, como si estuviese procesando todo lo que pasó ayer.

- Deja de mirarme tanto, Grace – Le advierto con una sonrisa de egocentrismo mientras me seco el cabello con una camisa vieja que encontré en la habitación, la cual desecho al instante – O volverás a babear como hace rato.

- Ahórrate tus comentarios narcisista, Archer – Espeta levantándose con cuidado de la cama, estirando su vestido para dirigirse al baño.

- Buenos días para ti también, señorita amargada – Me tomo la molestia de ser educado, pero ella pasa a mi lado ignorándome como si no estuviera presente.

Su actitud jocosa me impulsa a tomarla por el brazo y aprisionarla contra la puerta del baño. Ella traga grueso sosteniéndome la mirada, cuando mis manos viajan a sus muslos formando círculos sobre su piel.

- ¿Dónde están mis buenos días, jovencita? – Le pregunto en tono bajo con voz grave – ¿Acaso nadie le ha enseñado a ser amable?

- Eres el menos indicado para reprocharme por mi falta de modales – Trata de defenderse – Ya que eres muy obstinado y...

Nunca Te Recuerdo, Porque Nunca Te olvido [TERMINADA ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora