Nunca Te Recuerdo, Porque Nunca Te olvido [TERMINADA ✔]

Capítulo 33: Una noche mágica en Roma

*3 días después*

Grace

Cierro la última caja de cartón con cinta adhesiva, suspiro mirando la habitación repleta de más cajas y maletas listas para la mudanza. He tratado de empacar las cosas indispensables que necesitaré llevarme al departamento cuando vuelva de Roma. No puedo mentir, me emociona viajar a la capital a presentar mi trabajo frente a una audiencia llena de críticos, sin embargo, nada me pone tan nerviosa como el hecho de ir en compañía del idiota de ojos azabache, aún más luego de la noche que compartimos en el museo...

- ¡Grace! – Grita la tía Clarisse eufórica desde el pasillo – ¡Vas a perder el avión!

Veo el bolso que reposa sobre la cama y lo tomo sin previo aviso, cubro los 3 cuadros que pinté con una manta blanca y salgo al pasillo donde me espera ella con una sonrisa exuberante.

- Ya entendí, tía Clarisse. Descuida, no llegaré tarde, falta media hora para mi vuelo – La tranquilizo.

- ¡No olvides salir siempre con el celular en caso de emergencia! Lo necesitarás por si te extravías – Me aconseja mientras bajamos las escaleras. Asiento a todas sus indicaciones sin quejarme de ninguna, luego me mira por un par de segundos como si se debatiera para decirme algo más – Y te pediré un favor, Grace: cuida de James. De los 2 apostaría que tú eres quien tiene más cordura.

<< Claro que cuidaré de él, mientras me folla salvajemente en la habitación del hotel >> Me reprocha mi mente. ¡Dios! La peor parte de mi relación clandestina es ocultársela a esta mujer, que solamente se ha comportado como un ángel desde que me conoció. Me limito a asentar con la cabeza y me despide con un beso en la frente, salgo al porche y Stella está afuera esperándome en el auto. Me acerco para guardar los cuadros en la maleta y abordo el asiento de copiloto.

- ¡Ni siquiera he subido al avión y ya me harté de los tacones! – Se queja quitándose el calzado antes de arrancar el vehículo. Está vestida de forma muy coqueta, usa minifalda al igual que yo, además luce una camisa fucsia escotada. Me agrada su compañía, estar con ella me ha ayudado a ser más extrovertida y ampliar mi lenguaje en general – ¡Maldita sea! Ese idiota se acaba de cruzar en mi camino – Dice ella esquivando un auto agresivamente.

<< Si, ya me acostumbre a sus constantes groserías >> Me ha contagiado varias frases.

- Me disculpo por la agresividad, la ansiedad me pone de malhumor – Comenta mientras conduce – ¡Muerto por llegar a Roma! Es una ciudad llena de bombones masculinos irresistibles... aunque tú debes estar satisfecha, ¿Qué mejor bombón que James Dylan Archer? Está para comérselo con la vista.

- ¡Stella! – La regaño, avergonzada por tal insinuación.

- ¿Qué? Es tu novio, nena. Presúmelo – Me guiña un ojo – Muchas matarían por estar en tu puesto.

- Ni que lo digas – Me vienen recuerdos de las conductas obsesivas de Valerie.

Fue horrible el día de juicio, cuando ese hombre me apuntó con el arma creí que ese iba a ser mi última día y lo que empeoró mi estado era el hecho de que moriría sin hacer eso que me propuse...

- Hey, tienes prohibido pensar en el día del juicio – Me advierte ella como si leyera mi mente – Tenemos una jodida cita con los exquisitos manjares masculinos de la capital de Italia, así que te quiero ver sonriente, linda y atrevida. ¡Será una noche mágica en Roma!

- Trataré que se me contagie tu entusiasmo – Stella es una chica muy animada, le cambia el humor a cualquiera.

Enciendo la radio y la letra de "Love me like you do" de Ellie Goulding se apodera del vehículo.