Nunca Te Recuerdo, Porque Nunca Te olvido [TERMINADA ✔]

Prefacio: Te encontraré

Madrid, España.

3:00 AM.

Principios de enero: temporada de invierno.

Mi cuerpo estaba cubierto de sudor en cada centímetro a la vez que mi corazón parecía que saldría de mi pecho. Me levanté de la cama de un salto, a medio vestir, sujetando entre mis manos temblorosas mi nublada cabeza. Traté de buscar el oxígeno a bocanadas pero me invadía la sensación de estar perdiendo el tiempo.

Encuéntrame, Dylan.

Recuérdame... Ven por mí.

Esa voz. Era tan penetrante para mis pensamientos, para mi consciencia misma. Imágenes fugaces pasaron por mi cabeza, memorias pasajeras que estaban enterradas en lo más profundo de los recuerdos de mi infancia. Sin embargo, me puse de pie y eché un vistazo a la ventana, deslicé el vidrio con furia para acercarme al balcón, la brisa nocturna chocó contra el sudor de mi pecho. Pero no le presté atención, porque un rostro apareció en mi cabeza.

<<Me olvidaste, Dylan>> Eso me había dicho ella en el sueño. Negué con la cabeza, me obligué a mí mismo a desenterrar recuerdos, me costó al principio pero luego de un rato comenzaron a brotar. Imágenes de ella, de su cabello, rostro y de su voz.

<<No has venido por mí, Dylan. No has cumplido tu promesa>>.

Ella se refería a mí como... Dylan. Hace mucho tiempo que nadie me decía así.

Eran fragmentos más que escenas completas lo que apareció en mi cabeza, pero sin duda alguna ella seguía allí en mi mente, sólo que había pausado por un buen tiempo nuestra historia, nuestras huellas, había encerrado mi hogar en una tumba mental.

<<Se nos agota el tiempo. ¿No vendrás por mí? >>

¿Por qué soñé con ella? Después de tanto tiempo. Deseaba una respuesta concreta, ¿Si quiera ella era real? Dudé por un segundo... ¡No! Claro que lo era, no pude haber inventado su existencia si ella aún prevalece en mi pasado... Pero volverá a mi presente y también se quedará para mi futuro.

<<¿Por qué me olvidaste, Dylan?>> Me había preguntado en el mismo sueño.

- ¡Yo no te he olvidado! - Pensé en voz alta - Aún estás conmigo.

<<Sí me olvidaste... Ni siquiera recuerdas mi nombre>> Escavé con profundidad, dentro de mis archivos mentales. Sé que está en algún lado.

<<Ya no puedes venir por mí. Porque me has olvidado, Dylan. Ya es tarde porque ni siquiera recuerdas quién soy>> Debo recordarlo. Sujeté mi cabeza pensando. Debo recordar toda esa época. Era trágico pero allí estaba...

- ¡Claro que te recuerdo! - Sonreí para mí mismo.

<<Entonces, ven y encuéntrame>> Resonó su voz en mi mente. Respondiendo a mis palabras.

- Claro que iré por ti - Miré las luces de la ciudad estando de pie en el balcón, envuelto en mi soledad pensativa - Te encontraré, Grace - Dije al vacío.

Convirtiéndose esa oración en una promesa hecha para mí mismo, o más bien en el reconocimiento de una promesa ya hecha que había olvidado.