Capítulo XV

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La niña ante mis ojos no sabe a donde mirar mientras de su boca no salía ni una sola palabra.

- ¿Me dirás lo que estás ocultando o tengo que actuar? - le digo a Thea.

No se me ha olvidado que desde hace tiempo no me deja hablar con Zoé y es hora de que eso suceda.

Thea podrá ser una asesina sin emociones pero sabe que yo puedo llegar a ser igual. Por eso actúa como una niña sensible, es astuta, cree que así me apiadaré de ella.

- ¿Y bien? - al fin me mira sentada en mi escritorio.

- Dejaré que Zoé te cuente. - fue todo lo que dijo.

Me levanté de mi silla, le di la vuelta al escritorio y me senté frente a la niña.

- La - se tiró sobre mi y me abrazó.

La redee con mis brazos y empezó a llorar.

- ¿Qué pasa hermosa?

- Es que... vi al asesino - dijo esto entre sollozos.

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Mi mente no para de dar vueltas a todo lo que me contó Zoé. Cada papel que leo es como si nunca lo hubiera visto. No puedo dejar de hacerme preguntas a las que aún no le encuentro respuesta.

Termino tirando todo del escritorio en un ataque de furia. Todo cae al suelo y golpeo la mesa con toda la fuerza que tengo para luego dejarme caer en la silla y recostar la cabeza.

- ¿Qué sucedió? - entro una enfermera preocupada por el estruendo.

- Estoy bien - es todo lo que digo para luego salir de ahí.

Dejo atrás el desastre que es mi oficina ahora para salir del hospital al parqueo.

Me encierro en mi auto y lo primero que hago es poner música en mi teléfono.

En momentos como este la única forma de relajarme es escuchando música o golpeando algo.

La letra de Falling de Harry Styles se reproducen y poco a poco me calmo. Arranco el auto y salgo a deambular por la carretera. En mi cabeza solo se reproduce la escena de la mañana.

Flash back

- Es que... vi al asesino.

- ¿Qué fue lo que pasó? Cuéntamelo todo.

- Estaba en mi habitación dando vueltas sin poder dormir porque Thea no dejaba de molestar. Me pedía sangre y me hacía recordar las personas que ha matado.
Estaba encerrada en mis pensamientos hasta que escuché ruidos afuera y me asomé por la rendija de la puerta y en el pasillo había un chico alto y musculoso, era joven pero no pude ver su rostro porque estaba de espaldas enterrando un cuchillo en la víctima por diversas partes y luego vi algo que no me esperaba.
Al cese de los gritos femeninos el chico se acercó al cuerpo y le chupó la sangre a mi parecer porque al levantarse corría sangre por sus manos y cuando se fue recuerdo vagamente haber visto sangre en su perfil.

- ¿Le viste el rostro en algún momento?

- No pero cuando se acercó a la víctima me parecía que era pelinegro.

- ¿Algo más?

- Sí, la víctima era Sara en ese momento. Y Thea participó con él en la muerte del enfermero.

- Entonces Thea sabe quién es.

- Sí pero no lo dirá.

Luego de eso la conversación tomó otro rumbo.

- Creo que ya fue suficiente información - habló Thea nuevamente.

- ¿Me dirás quién es?

- Claro que no. Si te digo no volverá a invitarme. - sonreí por eso.

Relatos de una Ninfómana +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora