Capítulo XVIII

3.2K 135 1
                                        

Después de un día tan agitado como el de ayer paso a ver a Alan. Necesito hablar con alguien de lo que pasó.

Los pasillos siguen igual, mayormente vacíos por la falta de personal. El hospital está al límite de pacientes y cada vez hay menos enfermeras.

Entro a las cuatro paredes que encierran al rubio y lo encuentro sentado en una esquina con los ojos cerrados. A simple vista parece que está dormido pero me doy cuenta que no es así cuando al dar un paso me habla.

- Ya me enteré de lo de Zoé - abre sus bellos ojos azules.

- Veo que el chisme vuela.

- Hace días que no venías. No sabes lo aburrido que es esto sin ti.

- Me lo imagino. - me siento junto a él.

Pasamos un rato hablando donde le conté el acontecimiento tan extraño que tuve.

- Escuché a un hombre hablar con un policía ayer. - dijo algo pensativo.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Alan

Llevo tres días sin salir, no me han sacado al patio desde la última vez que vi a Lara. Me estoy volviendo loco en estos muros, mi cabeza no para de repetirme una y otra vez que necesita volver a sentir esa sensación asombrosa cuando mato.

Ver mis manos ensangrentadas y en una portar un cuchillo bañado en ese líquido carmesí de una persona tirada en el piso. Un cuerpo rodeado de un gran charco, mi cuerpo salpicado por la forma bestial en la que el filo lo atraviesa y sus gritos de dolor y terror hasta que queda sin vida.

La imagen seguía ahí haciéndome desear ese momento. Pero lo que más quería era ver a Lara hacer lo mismo. Lo anhelaba, necesitaba sacarle la máscara y mostrarle mi mundo.

Pero todos estos pensamientos se esfumaron cuando escuché que alguien se acercaba. Me paré al lado de la puerta para escuchar la discusión.

- El jefe quiere que encuentres un culpable para justificar los asesinatos.

- Estoy en ello, he tratado de involucrar a la doctora pero no tengo ninguna prueba así que tendremos que acusar a alguno de tus pacientes.

- No podemos seguir retrasando esto, en cualquier momento la entrometida de Lara puede descubrir todo. Además, no puedo seguir viendo las atrocidades que les hacen para que parezca hecho por el mismo asesino.

- No te preocupes, si descubre algo la matamos y de lo otro solo necesito algo de tiempo. También quiero que me des un culpable.

- Pues, hasta ahora el más problemático a sido Jackson pero no lo podemos tocar, ni tampoco a Alan porque si lo hacemos Lara se nos vendrá encima.

- Entonces que propones.

- Derek.

- Bien.

Los dos se alejaron de mi puerta. Aproveche ese momento para mirar por la rendija de la puerta y saber quiénes eran los dueños de esas voces. Mis ojos alcanzaron a ver a un hombre uniformado, al parecer policía por el color del uniforme y la pistola que llevaba en la cintura.

Y el segundo era algo gordo, llevaba un traje y pude ver que era calvo. Ambos parecían tener entre cuarenta y cincuenta años.

Luego de eso volví a inmiscuirme en la soledad de mi cabeza. Pero un rato después una enfermera me trajo la comida y me dijo que habían asesinado a Zoé. No sé quién es pero lo que sí sé es que era una paciente de mí pelirroja y que era una niña todavía.

Cuando acabé de comer me quedé dormido con la cabeza recostada en la pared. Hasta que desperté de un susto cuando mi cuerpo se cayó. Pero mi día y mi humor mejoró al tenerla frente a mí nuevamente.

Relatos de una Ninfómana +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora