Trick 9: ¡Qué emoción! Mi primer día en la escuela de artes marciales

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¡Por fin ha llegado el momento! Dentro de poco tendré mi primer entrenamiento en la escuela de artes marciales del padre de Xian. Yo tengo fe en que con esto podré volver a la normalidad, pero el problema ahora es saber cuándo sucederá eso. ¿Serán suficientes los dos meses de entrenamiento gratis para que se revierta mi maldición? Y en caso no fuese suficiente, ¿por cuánto tiempo más tendré que seguir yendo a las clases? Y más importante aún: ¿Cómo sabré si en realidad me están sirviendo de algo? Rayos, por eso digo que lo mejor es confiar en que todo saldrá bien. ¡Pues de lo contrario me voy a terminar volviendo loca!!

***

Se hizo las seis de la tarde con quince minutos

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Se hizo las seis de la tarde con quince minutos. Cuando Mandy llegó a la escuela de artes marciales, el señor Chìbǎng ya la estaba esperando con su traje de combate tradicional puesto.

–La puntualidad ser importante. No olvidarlo, jovencita, o jamás poder convertirte en una diestra combatiente de artes marciales –le llamó la atención el señor Chìbǎng.

–Cuanto lo siento, señor, lo que pasa es que...

–Alto allí. Desde este momento para dirigirte a mí llamarme siempre maestro.

–Okaaay. Maestro, como le iba diciendo, yo ya estaba dispuesta a venir hacía aquí cuando mi mamá me pidió...

–Alto allí.

–¿Ahora que hice?

–Excusas no estar permitidas. Llegaste tarde y eso es lo único que importar.

"Ya déjate de perder el tiempo en tonterías, tío, y mejor pasemos a la acción".

–Como usted diga, maestro –Mandy acompañó estas palabras con una venia y juntando su puño izquierdo con la palma de la mano derecha, tal como había visto que hacían los actores de las películas chinas de kung fu.

–¡Papá! ¡¿Mandy ya llegó?! –desde detrás de una puerta que conectaba la sala de entrenamiento con el resto de la casa se oyó la voz de Xian. Al poco rato el joven se asomó por esta.

–¡Ayayayy! –Xian se tomó la cabeza cuando su padre le descargó un coscorrón.

–¡Ya haberte dicho que durante entrenamientos llamarme maestro!

–Lo siento, pap... ¡maestro!

–Mmm, salvarte por poco, Xian –esta vez el señor Chìbǎng se contuvo de darle un nuevo coscorrón a su hijo.

–¡Hola, Xian! – Mandy se acercó a él–. ¿Tu también entrenarás conmigo?

–Je je, pues sí. Me pareció una buena idea para que no te sientas tan sola, ya que, como verás, en este horario no vienen muchos estudiantes que digamos...

–Vaya, tienes razón –Mandy giró la vista por toda la sala de entrenamiento.

–Este es tu uniforme – Xian le alcanzó a Mandy un traje perfectamente doblado. Por su parte él vestía un traje tradicional de combate de satén rojo y ribeteado de dorado.

Super Purple: One Cursed GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora