Sueños de Marzo

Trazos

Me quede congelado unos momentos frente aquella imagen, no podía concebir lo que  veía, aquel niño ¡No era nadie mas que yo mismo, no se trataba de ninguna ilusión, era un espejo! 

Era aquel horrendo espejo al final de las escaleras con el que me veía a diario al salir de mi habitación para ir a la escuela - ¿¡Como paso esto!? ¿¡Estoy soñando!? - me preguntaba todo esto mentalmente tratando de hallar un sentido lógico a lo que estaba pasando; a lo que estaba pasándome - tienes 24 años, contrólate - me decía a mi mismo mientras me daba una cachetada - debo estar soñando ¡Eso es! es un sueño, debí comer mucho, ¡maldigo la comida congelada!

- ¿¡Sammm!?¿Que ocurrio?¿¡SAMM!? - escuche una voz al final de las escaleras, se aproximaba a gran velocidad.

Aquella voz era sin duda la de mamá, quiero decir ¡mi mamá! la cual no veía hace años, y ahora subía las escaleras de mi antigua casa como si lo hiciese de todos los días, no sabia que esperar de aquella figura que se acercaba de a poco, quede perplejo al verla subir, aquel cabello castaño largo y poco ondulado que parecían rizos bien perfumados por un olor a lavanda, esos ojos que te atravesaban el alma de un negro tan profundo que  encontrabas calma y seguridad, aquel rostro gentil que procuro siempre por mi, delgado, de pómulos definidos y unos labios gruesos de un carmesí tenue, no daba crédito a lo que veían mis ojos - ¿mam......má? - atine a murmurar al tiempo que trataba de tranquilizarme.

En ese instante todo sobrevino de golpe, fue como una tormenta de sentimientos en mi pecho, tanto que me sobrepaso, perdí por un momento la noción de todo,  una sensación de frio pero una calidez inmensa a la vez, mis ojos se llenaron de lagrimas, no se porque, no habría llorado, no de manera consciente, mi mentón se levanto un poco, pues trataba de no desmoronarme -¡tranquilízate! - me decía a mi mismo mentalmente una y otra vez a medida que mamá se avecinaba en mi dirección.

De pronto, llego hacia mi, hincándose frente a frente, haciendo una inspección apresurada pero con una precisión digna de un cirujano de todo mi cuerpo con ambas manos,  buscando alguna señal de lesión o golpe - ¿Qué paso?¿estas bien?¿te golpeaste? - la dulzura de su voz, que buscaba tranquilizarme y hacerme saber que todo estaría bien, fue el detonante de que perdiera la poca madurez y aguante para reprimir por completo mi poco control sobre lo que seria un llanto a moco tendido, comencé a llorar sin poder controlarme ¿era mas por la incógnita de la situación? ¿o realmente me alegraba ver de nuevo a esa mujer?

- Lo siento, lo siento, lo siento - es lo único que repetía entre gimoteos y sollozos sin poder parar ante la calidez que mama me brindaba mientras me acogía en sus brazos - perdón por no visitarte más, trate de hacerlo, lo intente - le dije - ¿que?¿de que hablas? - dijo mamá con un tono de extrañeza - debí estar ahí para ti, se que me equivoque - le conteste - ella  aun mas extrañada menciono - si te refieres a la rifa de la semana pasada,  ya te dije que no hacia falta que me acompañaras, al final tu abuela fue conmigo, además tu tenias tu practica de natación para las semifinales ¿O es que tu sueño ya no es ser nadador olímpico? - Esas palabras me dejaron entrever lo poco que recordaba de mi niñez, de mis metas, sueños y anhelos. No recordaba nada de eso, me era ajeno al completo. Me mantuve en silencio unos segundos.

Recobre un poco el sentido y pude calmarme, mientras mamá aun me abrazaba con fuerza.

- ¿Ya esta todo bien?¿Podemos hablar de que paso? - menciono mamá - me limite a asentir con la cabeza. 

¿De que le hablaba?¿Que debía decir? No sabia como responder, intentaba conectar todo lo acontecido en los últimos minutos, pero simplemente no tenia sentido, me encontraba en una situación sin precedentes. Cualquier tipo de excusa rápida o explicación que pudiera sonar coherente, inmediatamente quedaba descartada. Volví a experimentar ese frio que  recorre tu espalda en situaciones así, realmente se noto mi angustia pues mamá noto mi expresión de pánico en mi rostro, solo me miro y menciono - Sam, esta bien si no quieres hablar ahora, tomate tu tiempo ¿quieres? - a la vez que limpiaba con su pulgar derecho una lagrima que caía sobre mi mejilla, se levanto de a poco, como un guardián que sabe que ha cumplido con su deber, me alzo con ambas manos tomándome por debajo de mis hombros hasta que quede de pie frente a ella, arreglo el gorrito de la pijama que vestía y se retiro por el mismo sitio por donde había llegado, bajo las escaleras y volteo de reojo cuando estaba ya por perderme de su vista, no pude evitar notar una mezcla de incertidumbre y preocupación en su mirada, mientras yo seguía ahí en medio de ese pasillo, pasmado, inerte, sin la mas remota idea de qué hacer.