Pequeña nota del autor.
Con dedicación para Emi, gracias por ser un asombroso amigo, que sepas que te agradezco infinitamente
Yacía ahí, moviendo los restos de hot cakes de un lado a otro con el tenedor, combinándolos con el resto de miel de mapple que se había escurrido por los bordes del plato mientras la taza de leche a un costado seguía enfriándose, mamá no decía mucho, se limitaba a verme de vez en cuando sin dejar de dar sorbos esporádicos a su té, un tanto molesta, claro, era comprensible; hacia un rato que todo se había calmado, era un sábado bastante fresco, el ambiente era algo frio, pero acogedor, de esas veces que quieres usar una manta encima todo el día, ya que tus dedos de los pies y manos se hacen hielito bastante rápido.
Aun tenia un poco de picazón en el vientre, pues se notaban algunas manchas de pipi seca; El sol ya se asomaba por la parte mas alta de las ventanas, anunciando quizá, que aquel ambiente gélido no duraría mucho.
Sin duda una de las peores noches de las que tenga memoria, y no era para menos. Al recordarme ahí, indefenso, confundido y orinado, era muy vergonzoso, dañaba mi orgullo de adulto. De solo pensarlo me daba rabia, tanto así qué, aparte el tenedor de mi mano izquierda y lo arroje con algo de fuerza hacia el plato sin pensar mucho en las consecuencias.
6:35 a.m.
Comencé a llorar tanto como mi pecho y mi garganta me lo permitían, soltando alaridos tan estruendosos que alertarían a cualquier persona, con mis mejillas rojas al completo y mi nariz llena de mocos.
No me reconocí en ese momento, a pesar que mis pensamientos trataban de apaciguar un poco mi llanto, diciendo una y otra vez que parara; aun con todo ese esfuerzo mi cuerpo fue incapaz de reaccionar a mis estímulos, me encontraba poseído por el espíritu infantil de un niño, poco o nada importaba realmente, lo único claro era mi inquietante necesidad de no detenerme.
Mamá se acerco hacia mi lo mas rápido posible, poniéndose de rodillas arropándome con ambos brazos y acercándome lo mas posible a su pecho, tratando de darme algo de paz con palabras de animo, mientras sostenía mi cabeza con ambas manos haciendo que la mirara fijamente, yo permanecía ensimismado en aquella mala experiencia sin poder dejar de llorar - ¡todo esta bien ¿ok?!, ¡trata de calmarte! , ¡mírame Sam! - era una de las tantas cosas que recuerdo haber escuchado cuando de repente, sin aviso previo, sentí una bofetada en mi mejilla derecha la cual me hizo callar de inmediato, advirtiendo a mamá con la mirada que volvía a recobrar el control.
Di una arcada muy profunda mientras me esforzaba por expulsar todo el aire tragado con esa acción en forma de una pequeña pero marcada tos, la cual me hizo hincarme sobre el piso, fue entonces que pude apreciar un par de palmadas en mi espalda - mírame Sam ¿estas bien cielo? - asentí con la cabeza, aun aturdido por el golpe pero contento de haberme "liberado" del estado en el que me encontraba.
- Te.... ensucie.... per...dón - dije con voz quebradiza y muy bajito volteando a ver su pijama - ¿que? - pregunto mamá - que te manche - respondí mientras frotaba mis ojitos.
Tratando se secar las lagrimas que aun se derramaban por ambos lados de mi rostro, me vi interrumpido por dos manos que juntaron las mías con las suyas, sosteniéndolas firmemente a la altura de su vientre, mientras eran llevadas, o mejor dicho, acompañadas a mis piernas; de manera instintiva levante la mirada, fue ahí que me tope de frente a su rostro, lleno de amor y seguridad. No pude evitar sentir un alivio descomunal, como si me hubiesen arrancado un peso colosal de los hombros, era casi hipnótico, sin decir nada me parecía escuchar que todo estaría bien.
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Sueños de Marzo
Genel KurguSam, ex- empleado de una vida de oficina, cansado del ajetreo de la notaria monotonía de una vida llena de arrepentimientos y desdichas y ¿que mas?.... ammmm si, viajes en el tiempo, espera ¿viajes en el tiempo? ¿enserio? ¿Y así esperas que lean tu...