¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En la pequeña casa de los Akutagawa el pelirrojo se escondía en el sofá, temblando por los nervios, mientras Atsushi le extendía una taza de té.
—No entiendo porqué... ¿Que demonios hice mal? ¿Por qué la mafia estaría detrás de mi? Si esto es por algo quie hizo Paul juro que...
—Paul no visita Yokohama desde que entraste en la universidad, ¿Por qué se metería en pleitos con la mafia?
—¡No lo sé! Agh, espero que esto no sea por la deuda que dejaron mis padres...
—Esa deuda la cubrieron tu hermano y la señorita Ozaki, desde que tus padres murieron... Chuuya, ¿Si llamas a Paul y te vas un tiempo con él?
—¡De ninguna manera! No pienso hablar con Paul, no hasta que sea él quien llame.
—Chuuya, ¿Vas a dejar que tu orgullo te impida pedir ayuda? Deberías olvidarlo, Shirase y Yuan ya no son tus amigos aún así.
—Esto no trata de Shirase y Yuan, Atsushi, esto trata de mi, de lo que hizo Paul. No pienso llamarle hasta que sea él quien se disculpe, lo último que haría sería pedirle ayuda.
—Chuuya... Te ayudaré lo más que pueda, ¿Bien? Pero en algún punto deberás poner de tu parte y pedir ayuda a tu hermano.
El pelirrojo suspiro, no quería tener que llamar a su hermano luego de lo ocurrido tiempo atrás, no quería que Paul volviera a controlar su vida, él saldría de aquel problema por su cuenta.
Sus padres murieron cuando él solo tenía nueve años, así que tuvo que crecer en tutela de su hermano mayor al que él consideraba un controlador de primera.
Irse a Europa con su hermano era atarse a no poder tomar más sus propias decisiones. No quería eso de nuevo.
Él aclararía sus propios asuntos y haría que la mafia dejara de seguirlo.
Si que lo haría, de ser posible incluso renunciaría a su trabajo en el bar y conseguiría otro, aunque ganara menos dinero él encontraría la manera de seguir pagando la universidad sin involucrar a su hermano y que este no quisiera entrometerse en lo que a la carrera que había elegido respectaba.
Tomaba el té que le había preparado Atsushi con calma, pensando en que haría de ahí en adelante.
Cuando las investigaciones en su departamento terminarán él tendría que volver a ese lugar, confiaba en que Atsushi regresaría a su lado, y ahora tenía el respaldo de la policía para cuándo ese maniaco se presentará de nuevo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
