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—Si se te ocurre mencionar algo voy a matarte ahí mismo.

—Descuida, jefe —la última palabra llevaba un toque sarcástico, el rubio aprovechaba la situación y él sabía bien eso, más no lo interrumpió y lo dejo continuar—, no es de mi incumbencia que es lo que hagas en tus tiempos libres.

Sabía que esa sonrisa tensa ocultaba bien las intenciones de Albatross. Sabía que él lo odiaba, y seguramente tenía la intención de asesinarlo si algo no le gustaba. El rubio se dejaba llevar mucho por su sentido de la moral cuando algo afectaba a sus amigos.

Albatross había huido hacía Japón debido a que el Inglaterra era buscado por asesinar al jefe de una gran organización, ¿El motivo? El hombre reclamo como su propiedad a la hermana menor de uno de sus amigos. Cuando aquel amigo suyo se enteró y reclamo al jefe fue mandado a ejecutar a manos del rubio. Este al saber la historia completa acudió al escondite del jefe y lo asesino con un arma blanca al igual que a todos sus guardaespaldas.

Albatross no dudaba en morder la mano que le daba de comer.

Pero eso no lo haría volverse precavido con él. Su antíguo jefe fue confiado y estúpido, él no cometería tal error.

Lo asesinaría antes de que siquiera intentara algo.

Aunque tuviera las intenciones tan ocultas él no estaba cerrado a la posibilidad de que el rubio intentara asesinarlo si no le gustaba algo, sin embargo lo dejaría en paz hasta que el momento llegase, no le interesaba que hiciera el rubio fuera de su encargo de vigilar a Chuuya y ganar su amistad, además de deshacerse de todos los que estorbaran en su camino.

Había olvidado lo que se sentía que tanta gente lo felicitara por algo como cumplir años, los últimos años habían sido solitarios y además cuando su abuelo vivía solamente pasaba ese día con Odasaku, claro, desde que lo conoció hasta que lo obligó a dejar la mafia. Era extraño ver a tanta gente reunida solo por él, no le gustaba

Le hubiese gustado solo pasarlo con Chuuya...

Ese era su plan original, pero sabía que el chico era muy sociable y tenía que invitar a sus amigos, era un rasgo de Chuuya que, aunque le gustaba, prefería que no tuviese.

Ese chico Atsushi era muy platicador, hacía amena la velada, contando anécdotas que nada tenían que ver una con la anterior.

—Entonces caí de cara, terminé arruinando nuestra cita por qué me rompí un diente y Ryuu y yo terminamos en el dentista conmigo llorando toda la tarde, pero luego me compro helado para disminuir la inflamación.

—Yo no diría que nuestra cita se arruinó, fue una de las mejores citas que he tenido.

—Su relación ha sido más fuerte que el diente de Atsushi.

Luego del chiste de la chica pelinegra algunas risas no se hicieron esperar, la idea de tener citas con Chuuya le hacía bien, ambos pasando tiempo a solas sin nadie que los interrumpiera era algo que sonaba en extremo tentador.

Lamentaba tener que regresar a sus obligaciones al día siguiente...

Pero tenía que ocuparse de aquel tema de la persona que delataba sus movimientos y había estado vendiendo sus entregas y recibos a la policía.

Alguna vez pensó en dejar la mafia y hacer una vida normal, sin embargo... Era lo único que conocía, era el lugar al que pertenecía, ese mundo de sombras era el que dominaba.

Así que no había más opción que arrastrar a Chuuya con él.

(...)

No sé si esto tenga siquiera un poco de sentido(??? Hoy me siento un poco mejor así que pensé en escribir pero siento que no lo hice siguiendo un buen hilo.

Ayer estaba pensando en eliminar mi cuenta, sabía que me arrepentiría así que no lo hice, espero que esas ganas no vuelvan, y más aún espero seguir ignorandolas en caso de que regresen.

Si hay algún error por favor avisenme, no soy buena encontrandolos, ya sea un error ortográfico o en la narrativa, lo que sea pueden comentarlo.


AN UNHEALTHY OBSESSION -𝙎𝙤𝙪𝙠𝙤𝙠𝙪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora