¿Por qué todo tiene que ser tan difícil?: cuando dos amigos se enamoran

11. Juan Carlos

La verdad no he pensado mucho en los últimos días. Me he centrado en hacer con Juani los proyectos que teníamos atrasados. Me conecto con la laptop del freaky para hacer unas búsquedas en internet y aprovecho para revisar mi facebook, que casi nunca uso.

Tengo una solicitud de amistad de Mariana. La acepto. Reviso un poco su perfil y encuentro fotos con sus amigas y su familia, y otro par desempeñándose como periodista. Se le da muy bien. ¿Qué no se le da bien a ella?

Está en línea. ¿Debería escribirle? Ella me ha solicitado amistad. Sí, debería escribirle.

Hola

(dice mi espíritu innovador)

Jjj holaaa.

Gracias por aceptar mi solicitud de amistad.

De nada.

Eso somos ¿No? Amigos

... Pues sí, aunque nos conocemos de hace poco, ya te considero un gran amigo. Y espero que sepas que en mí puedes confiar si tienes cualquier problema.

Sí tengo un problema: tú. Tú y Alba.

¿Pero qué estoy pensando? Yo tengo pareja. ¿Qué me importa? Decido responderle cualquier cosa.

Pues muchas gracias, Ana. No te imaginas cuanto te ...

Aprecio

Te has vuelto alguien importante en poco tiempo y pocas personas logran eso de mí.

Aparte de ser súper linda, también eres súper súper increíble ... y diferente a las demás

Muchas gracias. Tú también eres increíble, Juanca, lo digo en serio.

¿No me vas a decir qué te pasaba?

Creo que lo sabes, Ana.

Creo que tengo mis dudas, JC.

Hago una larga pausa en la que escribo y borro varias veces el texto, sin saber qué es lo adecuado. Al carajo, ahí se va:

Pues que me caías más bien de lo normal y que quería compartir contigo más privado... Y sí, con todas las intenciones...

Pero no pudo ser y no quiero que esto cambie nuestra amistad por nada del mundo. Eres demasiado especial.

Pues no te preocupes porque por mi parte nada va a cambiar. Si es acaso posible, te...

estimo más todavía.

¡Qué bien tú me caes, chiquita!

Le envío una serie de stickers y ella me responde con otros. Y así comenzamos una guerra interminable que, por suerte, ha terminado con este momento incómodo (al menos para mí).

*****

Salgo del cuarto de Adri extremadamente molesto. ¿Qué tenemos nosotros que siempre estamos en uno de los dos extremos y nunca en el medio? ¿Por qué nos entendemos tan bien a veces y otras nos queremos matar? Ciertamente Adri sabe cómo ponerme a mi límite. Se ha pasado los últimos días torturándome a preguntas, mirando cada minúsculo gesto que hago con ojo crítico e intentando revisar mi móvil cada vez que le doy la espalda porque tiene la teoría de que algo me pasa. Dice que he estado raro en los últimos días. No la culpo, pero este tipo de actitudes es lo que menos necesito, en todo caso necesito espacio.