Rivales-Jenlisa

•Capitulo 05•

En estos momentos, Lisa se sentía feliz. Sostenía un cubo de palomitas de colores gigantesco junto a sus amigas, mientras esperaban para entrar al cine.

Los días anteriores las tres chicas, especialmente Rosé y Lisa, habían sido atormentadas por las chicas del instituto. Se podría decir que era una venganza por lo de la última vez.

Por fin era sábado y tenían un poco de paz, ya que Lisa no podía quitarse de la cabeza a la maldita castaña de ojos felinos.

Esta semana había tenido una actitud mucho más irritante que normalmente, ni si quiera se acercó a hablarle ni una vez en la biblioteca, ahora estudiaba de cara a la ventana, dándole la espalda a la tailandesa.

No entendía ese cambio drástico de actitud, no había hecho nada para enfadarla tanto.

Decidió olvidar el tema y disfrutar de la película con sus amigas. Se sentaron en primera fila y esperaron pacientemente.

Rosé y Sana amaban las películas de terror, Lisa en cambio era un poco más miedosa, por esa misma razón las chicas estuvieron toda la película intentando asustarla con cualquier cosa.

Acabaron riendo por lo malos que eran los efectos especiales y salieron de buen humor, entre risas y bromas. Todo se fue al garete cuando salieron de la sala.

-Chicas, tengo que ir al baño. -dijo Sana mientras daba saltitos con las piernas cruzadas.

-No me extraña, te has bebido nuestros tres refrescos. -bromeó la Pelirroja.

Sana salió prácticamente corriendo hacia el baño, mientras ls otras dos hablaban sobre la película.

-Vaya... -murmuró Rosé mientras sus mejillas se encendían. - Las que faltaban.

Lisa intentó buscar a quien se refería y observó con horror al grupo del instituto. Primero reconoció a Jennie, que iba con un top ajustado negro y unos jeans rotos, con el cabello ligeramente rizado. También estaban allí Jisoo, Dahyun, E'Dawn y Taehyung.

Ya estaba rezando para que ellos no las hubieran visto.

-Descuida, Rosé. Ellas... -no acabó la frase, ya que vio que su amiga no la escuchaba.

Sus ojos estaban clavados en Jisoo, que en estos momentos reía por algo que Jennie había dicho. Rosé parecía realmente hipnotizada.

Lisa tuvo que sacudirla para que volviera su atención en ella.

-¿Rosé?

-Esto... No, yo tampoco creo que nos vayan a ver.

Cuando Lisa volvió a alzar la vista, se encontró con la castaña observándola. Jennie la miró sorprendida, después de morderse el labio inferior.

¿Por qué había hecho eso?

Sin poder evitarlo, Lisa comenzó a sentir cosquillas en su estómago, por lo que quiso golpearse mentalmente.

Sólo estaba nerviosa porque le hicieran algo a Rosé, debía ser eso.

Cuando Dahyun posó sus ojos en ellas, le comentó algo a los chicos y estos al verlas, comenzaron a reír entre ellos.

Lisa sintió sus piernas temblar, percatándose que caminaban hacia ellas.

Había sido un día increíble y ahora se iba a arruinar. Debía hacer algo para evitarlo...

-¡Lisa, amiga mía! -Dijo una voz masculina a sus espaldas, mientras un brazo se posaba en sus hombros.

Era un chico muy guapo de cabello oscuro, llevaba una camiseta blanca y miraba a las chicas con diversión.

-¡Rosé! -dijo otra chica, con el cabello blanco teñido, que abrazó a la pelirroja.

Las dos chicas se miraron sorprendidas, ninguna de las dos conocían a los chicos. Ambos parecían más mayores que ellas, además de ser los dos terriblemente guapos.

El grupito se detuvo al ver a los dos desconocidos. Dahyun dijo algo en voz baja, haciendo que todos asintieran.

Casi de inmediato, apareció Sana.

-¡Chicas! Veo que ya habéis conocido a mis primos. -dijo alegremente.

-Un placer, me llamo Yuto. -se presentó el chico, dejando un beso en el dorso de la mano de Rosé.

Jisoo hizo una mueca similar a la reacción que tendría alguien al chupar un limón.

-Yo soy su hermana, Hani. -dijo la chica, dando un suave beso en la mejilla de Lisa. La chica era realmente atractiva, por lo que la rubia se sonrojó.

Jennie entrecerró los ojos y apretó su bolsa de patatas con tanta fuerza que se reventó, dejando caer algunas patatas al suelo.

Todo el grupito se giró a mirarla, pero ella no quitaba su mirada de la tal Hani. Finalmente, el grupo se dio la vuelta y se alejó. Las chicas suspiraron y observaron a los hermanos como si fueran ángeles caídos del cielo.

-Nos han salvado de una buena -dijo Lisa, un poco avergonzada.

-No hay nada que agradecer. -dijo el chico sonriendo- Nuestra prima nos dijo que necesitarían ayuda y eso hemos hecho.

Ambas amigas miraron a Sana, sorprendidas.

-Son mis primos de Japón, se suponía que vendrían mañana pero al final se adelantó su vuelo. -dijo rodeándolos por los hombros.

-Gracias chicos, no hubiera podido yo sola con esos idiotas.

-Parecían unos niñatos, aunque la castaña no estaba nada mal. -dijo Hani con una sonrisa pícara, haciendo que Lisa la mirara con el ceño fruncido. Al parecer, Hani se dio cuenta de ese detalle. -Tranquila, es demasiado pequeña para mí.

Rosé y Sana la miraron sin entender, pero no le dieron más importancia.

-Hermanita, no te hagas la madura, todos sabemos que te gustan las pequeñas. -río Yuto, ganándose una colleja por parte de la peliblanca.

Fueron hacía la pizzería más cercana y para sorpresa de Lisa, Hani y Yuto parecieron encajar muy bien en el grupo. Ambos eran muy divertidos y tenían varias similitudes con Sana.

Al parecer, los tres mantenían muy buena relación, habían llegado a la ciudad para quedarse unos años y el próximo año entrarían a su mismo instituto.

Ellos eran un año mayor, así que no coincidirían en muchas clases, pero Lisa estaba feliz de tener otros dos amigos en el instituto.

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Cualquier error no duden en decirme...