•Capitulo 17•

3.4K 342 59
                                    


Ya estaban llegando a finales de año y por fin tendrían la excursión que hacían todos los de segundo año. Viajarían a las montañas y pasarían dos noches allí, acampando. Lisa tenía muchísimas ganas.

Desde aquel día en la biblioteca, cada vez que Jennie se encontraba cerca de Lisa, sus dos amigas actuaban como una muralla entre ambas, impidiendo cualquier tipo de comunicación.

Eso deprimía a la rubia, que estaba deseosa de poder mantener alguna conversación con Jennie.
Ahora estaban en el aparcamiento de colegio, esperando para subir a los autobuses. Sana daba golpecitos al suelo con el pie.

-Dos horas, Lisa. Dos horas hemos tenido de reunión y te has pasado todo el rato mirando a Jennie -la regañó la japonesa.

-Te utiliza, le gusta que la miren -Lisa estuvo apunto de defenderse, pero Rosé volvió a hablar-.

Y no me vengas con el numerito de que es hermosa y todo eso.

-No me dejan estar cerca de ella, ustedes prácticamente me siguen hasta al baño -dijo exasperada.

-Así es como debe ser -le dijo Rosé.

-Te protegemos -añadió Sana.

-No como a esta de aquí -dijo Rosé, señalando a Hani, que tecleaba en su móvil.

Hani levantó el rostro, rodando los ojos.

-Está enamorada, dejen hacer a la chiquilla locuras.

-¡Pero debe olvidarla!.

-Podríamos rapar el cabello a Jennie -dijo Rosé sonriendo.
-Aún así se vería hermosa -dijo Lisa in pensar y sus mejillas se sonrojaron.

-Esperen, debo ir al baño a vomitar -dijo Sana.

-Allí está la responsable -dijo Rosé sarcásticamente, señalando a la animadora a lo lejos.

Allí estaba Jennie, con Taehyung, ambos apoyados en el bus. Parecía que cada día se besaban con más fuerza.

Por un segundo, Lisa pensó que la lengua del chico saldría por el ojo de la castaña si seguían así, pero en un momento Jennie lo apartó y le dijo algo que no pareció contentar a Taehyung.

A Lisa le dio igual, tuvo que dejar de mirar si no quería volver a llorar ahí mismo.

-Esto... yo... yo... iré a ver cuándo partimos -dijo la tailandesa en un susurro.

Hani observó a sus amigas con reproche y ellas entendieron que tal vez sí se habían pasado un poco. Lisa fue a preguntar a los profesores, que le dijeron que deberían esperar unos diez minutos.

Lisa bostezó y escondió las manos en su chaqueta, no veía la hora para entrar al bus y echar una buena siesta. Vio  como Jennie también se acercaba para hablar con un profesor, pero ella decidió no mirarla. Le dolía mucho últimamente, era su culpa por haberse enamorado tanto, idiota, idiota, idiota.

-¡Vayan subiendo por el orden de la lista! -ordenó una profesora.

Lisa se acomodó la mochila en su hombro cuando la llamaron, sin estar muy atenta, pero Sana la agarró por el hombro.

-No, mire otra vez la lista. Lisa no puede ir con ella -dijo Rosé, también sujetando a la rubia.

-Así es el orden, jóvenes. Jennie Kim, ve entrando -dijo la profesora a la castaña, quien mostró una mirada inocente, para después sacar la lengua a Sana y Rosé, las dos estaban echando humo-. Manoban y Kim Ye-rim, sientan a su lado. Lisa se quedó helada, y no precisamente por Yeri. Lo que le preocupaba era el tener que compartir asiento con la castaña.

Rivales-JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora