Rivales-Jenlisa

•Capitulo 19•

-Cómo que no puedo dormir con mis amigas? -preguntó Jennie por cuarta vez, miraba con el ceño fruncido al profesor mientras sostenía en sus brazos la bolsa de dormir y su almohada.

El señor suspiró, esa chica llevaba un rato atormentándolo y él estaba cansado. Volvió a revisar la lista, en la cual claramente ponía que las compañeras de la quinta tienda para dormir eran las señoritas Manoban,

Jennie Kim, Kim Ye-rim y Minnie.

-Disculpe, Jennie Kim , pero así dictan las reglas. Usted ha sido asignada a dormir con las compañeras en la lista, punto -la regañó, mientras guardaba la lista por quinta vez.

En ese instante Rosé salió a la defensa, al igual que Dahyun, no estaban dispuestas a ser separadas de sus amigas.

-¡¿Cómo que dormirán juntas?! -exclamaron al mismo tiempo, por primera vez en su vida parecían estar de acuerdo en algo.

El profesor volvió a suspirar, ahora debía aguantar a esas chicas también.

-La señorita  Jen...

-Ya me sé toda esa patraña -la interrumpió Dahyun-. Yo solo me refería a que hiciera una excepción.

-¡Por favor! No puedo dejar a mi amiga dormir con esa perra -dijo Rosé sin pensar, señalando a la castaña.

-¿A quién le dices así, maldita anoréxica? -le retó Jennie, mirándola con irritación.

Lisa la miró con enojo, no soportaba que se metieran con sus amigas.

-¡Ve, por eso no la quiero cerca de Lisa! ¡No va por el camino del señor!-terminó diciendo.

-Manoban deberá cumplir las normas, al igual que la señorita Jennie -repitió el profesor, Lisa no podía ni hablar, sentía el corazón en la garganta.

-No-no... no podría...

-Nada de cambios. Ahora vayan a cambiarse, antes de que las mande a dormir al bosque -dijo muy serio.

-¡Perfecto, es menos peligroso compartir con osos que con ella! -dijo Rosé y Lisa hizo una mueca, ella no quería dormir en el bosque.

Lisa intentaba no mirar a Jennie (claro que falló totalmente) pero sus ojos se encontraron con los chocolate y, para su sorpresa, no encontró enojo en ellos, era mas bien una mezcla de emoción y pánico.

¿Por qué Jennie Kim tendría que tener miedo? ¿Acaso pensaba que Lisa le haría algo? La que debería estar aterrada era la rubia, intentó no temblar, aunque su piel ya estaba de gallina.

Pasar toda la noche con la chica de tus sueños sonaba magnífico, claro, si esta chica no te odia y no estuviera haciendo todo lo posible para librarse de ti.

-No, ya hablé. Y usted, Park Chaeyoung -dijo refiriéndose a Rosé- mejor que se de prisa en preparar su tienda, sus compañeras son Kim Dahyun y Minatozaki Sana.

Las mejillas de la japonesa se enrojecieron y los labios de Dahyun perdieron color.

Rosé sentía que en cualquier momento le daría un ataque.

-¡NO! -chillaron las tres, pero ya era tarde, la decisión estaba tomada. Las cuatro tuvieron que resignarse e ir a dormir con las compañeras que les había tocado. Lisa pudo notar a Sana especialmente afectada, pero se alegró de que al menos tuviera a Rosé para apoyarse. Mientras que Lisa, al contrario, se sentía sola.

Tal vez aprovechara la noche para tomarle fotos y mandarlas a sus amigos, o puede que le pintara la cara o le escondiera la ropa. No importaba cuán enamorada estuviera la tailandesa de Jennie, ella sabía que era capaz de cualquier cosa. Hani tendría que compartir con dos amigas del equipo de animadoras y parecía bastante feliz. Eso sí era tener suerte.