•Capitulo 31•

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Una semana. Una semana desde los Nuggets, una semana desde el beso robado, siete días en los que Lisa no había logrado reunir el valor para ir a casa de Jennie. Sentía vergüenza de si misma, llevaba días sin hablar con la castaña, sólo observándola desde lo lejos. Ahora algo más le unía a la castaña, y eso era el cariño que le tenía a la pequeña Chaewon.

Durante estos días no había logrado hablar con Jennie, en parte porque la evitaba en los pasillos y la otra razón era el maldito Taehyung. A pesar de eso, había algo nuevo que divertía mucho a Lisa, cada vez que sus ojos se encontraban con los de chocolate, la castaña la miraba un rato, luego parecía recordar algo y bajaba el rostro, ruborizada.

La Jennie normal, solía responder las preguntas de clase con total seguridad, tranquila y confiada como siempre. Sin embargo, al notar la mirada fija de la tailandesa en ella, terminaba balbuceando cualquier respuesta sin sentido, cosa que se le hacía adorable a Lisa.

Pero hoy en el aparcamiento, se le hizo imposible, dado que la castaña se veía más hermosa de lo normal. Su cabello oscuro estaba atado en una  coleta y llevaba una falda, junto a una blusa blanca. Sus ojos brillaban y llevaba un maquillaje natural. Lisa, al verla en la mañana, duró unos segundos con la boca abierta, hasta que sus amigas prácticamente la arrastraron hacia el salón.

-Para ya de babear -la riñó Sana, riéndose al ver a su amiga.

Estaban junto al coche de Yuto, mientras en grupito de Jennie se hallaba alrededor del descapotable de Taehyung. Lisa notó el buen humor se su amiga y sonrió, aún recordaba cuando le preguntó el por qué había faltado dos días seguidos (que casualmente coinciden con los días que faltó cierta animadora) y Sana le confesó que se había escapado de su casa para verla.

Relató toda risueña que habían compartido cama mientras veían películas y documentales agarradas de las manos. Por eso la japonesa estaba tan feliz.

-Es su culpa, mira como se ha vestido -dijo Lisa en broma, pero luego se puso seria al ver el brazo de Taehyung rodeando su cintura.

-A ella le encanta llamar la atención -dijo Hani pícaramente-. Y más de cierta tailandesa -sus dos amigas y Lisa las miró, confundida

-¿Qué tailandesa? ¿Hay alguna chica más que ande interesada? ¿Es esa tal Minnie, verdad? -preguntó enojada, mientras sus amigas se reían más fuerte.

-Era broma, Liz -dijo Rosé, divertida por lo lenta que era su amiga.

Pudieron seguir hablando, pero escucharon unos silbidos a lo lejos. Lisa vio con sorpresa a la hermana de Jennie, Sooyoung. La chica andaba con paso decidido por el aparcamiento, siendo el centro de atención de todos los chicos, por su cuerpo tonificado y actitud desafiante.
Sus labios rojos sonreían, ella sabía lo que provocaba a todos y se pavoneaba. Parecía dirigirse a su hermana menor, quien la miraba sorprendida.

Lisa pensó que realmente eran como dos gotas de agua, podría decirse que Sooyoung era la versión madura de Jennie, más provocativa y coqueta, pero no contenía aquel brillo arrogante en los ojos que lograba enamorar a Lisa.

Sin querer, sus miradas se encontraron y Sooyoung abrió los ojos, reconociendo a la chica y cambiando de dirección para dirigirse a ella.

-¡Cuñis! -dijo alegremente mientras llegaba a ella y le rodeaba el cuello con los brazos para darle un fuerte abrazo. Lisa, sorprendida, le correspondió-. ¡No te esperaba aquí!

-¿De verdad? -preguntó sin creérselo y Sooyoung le mostró la lengua.

-Bueno, en realidad venía a por mi hermana para llevarte a rastras a casa.

Chaewon nos tiene loca con que vengas de visita -dijo riendo y Lisa lo hizo también al imaginar a la pequeña diva haciendo un berrinche-. También porque nos haces falta, cuñis -dijo haciendo un puchero.

Rivales-JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora