Cásate Conmigo

La encontré

Una chica pelinegra, de piel blanca y rasgos definidos salía de la ducha mientras se secaba el cuerpo con cuidado, luego entró a su gran ropero que era de tamaño de una habitación común para alguien común y buscó entre sus prendas, se puso un traje de oficina de dos piezas, se peinó, se maquilló y se puso sus accesorios al final.

Salió de su habitación hasta el primer piso donde fue recibida por una sirvienta.

-buenos días señorita hwang- una mujer de unos treinta y algo se inclinó hasta que la pelinegra pasó por su lado.

Solo siguió hasta el comedor, era algo habitual así que apenas se sentó le sirvieron el desayuno.

-es tan temprano, me estoy aburriendo- una chica alta de cabello castaño hizo su aparición en el comedor -buenos días tiffany-

-buen día Sooyoung- la pelinegra no alzó la mirada, simplemente siguió bebiendo de su taza de café.

-no te aburres de todo este horario?- la chica se sentó al frente de la pelinegra más que animada a pesar de su frustración mañanera.

-no lo hago- a ella no le extrañaba esa actitud de la persona frente a ella, eran muy diferentes la una de la otra.

-buenos días- otra chica un poco más joven, de cabello negro hizo su aparición.

-buenos días Seohyun- tiffany se detuvo un momento para ver a la menor de las tres.

-buen día hermanita- ella se sentó al lado de Sooyoung, todas se quedaron viendo la silla vacía que estaba en la cabecera, solo fue por un momento antes que siguieran en lo suyo.

Las tres hermanas desayunaron en silencio, hasta que el padre de las Hwang entró al comedor y se sentó también, era a quien estaban esperando.

-Tiffany, recuerda que hoy tienes una cita- por fin la pelinegra detuvo lo que hacía y miró al hombre.

-como olvidar esa gran hazaña padre- cada vez que lo veía recordaba que su madre ya no estaba ahí para defenderla.

-vas para los 30 ya, debes buscar un candidato adecuado- porque en ese último tiempo solo se había dedicado a atormentarla con citas arregladas donde lo único que veía era a gente que no necesitaba en su vida.

-solo quiere que me case, el candidato no debería importar no?- tiffany lo había estado pensando bien, sobre que hacer al respecto.

-quieres molestarme?- ya había tenido varias citas y claro todos se veían interesados y como no si tienen una gran fortuna.

-no, usted lleva un año enviandome a citas, nadie me a interesado- así que cuando la pelinegra veía el interés obvio por su estatus y dinero lo descartaba -me dejara a mi por fin buscar a esa persona?-

-esta bien Tiffany, solo asiste a esta última cita, si no te agrada entonces busca a alguien tu misma, pero no quieras alargar las cosas, solo unos meses más, no te doy más tiempo- y en lo único que pensaba Tiffany era en que no quería que le agradará esa cita tampoco.

-en una semana tendrá a la persona, no se preocupe demasiado- hubieron muchos días en lo que temió que su padre se saliera con la suya y le llegara a atraer alguien.

En cuanto a Sooyoung y Seohyun se miraron, su hermana mayor se veía bastante convencida, en ese preciso momento se preguntaron si Tiffany tenía una relación con alguien.

El primero en salir a la oficina fue aquel hombre mayor, la siguió tiffany quien tomó esta vez una ruta diferente.

-Im llévame por el barrio bajo- cuando salían de la mansión tiffany dio media sonrisa al pensar en algo, no iba a dejarlo fácil para su padre.

-a que se debe su solicitud hoy señorita hwang?- el chófer, quien también se encargaba de su seguridad, era un hombre algo robusto, quien la vio por el retrovisor sin entender mucho su petición.

-voy a buscar a mi prometida- Im no dijo nada y condujo como lo indicó su señora.

Iba a ser una ruta más larga de lo habitual, pero debía obedecer órdenes, todos sabían lo que pasaba cuando Tiffany hwang se molestaba.

El hombre siguió por las calles desoladas a esas horas de la mañana, hasta que se detuvo en una señal de pare y Tiffany le pidió que se quedara ahí un momento, el aparcó a un lado para no entorpecer el tráfico.

La pelinegra vio a una castaña y una morena moverse con cajas, las veía de lejos así que a grandes rasgos no se notaba mucho de ellas.

Luego de un momento las dos mujeres ya no se vieron y Tiffany se quedó viendo su móvil, si no conseguía a una prometida su padre seguiría insistiendo con el matrimonio.

De repente vio a una chica de cabello negro que caminaba rápido, era seguida por un par de chicos, luego apareció una morena quien llegó a ese lugar y vio la interacción, le interesó quedarse viendo aún más cuando la castaña se dejó ver y sostuvo el brazo de aquel chico.

-es fuerte, parece ser bonita aunque no la veo bien, no está mal- la pelinegra se fijó en cada detalle de aquella castaña, parecía tener un cuerpo fuerte y buenas curvas.

-quiere que sigamos?- el guarda volvió a mirar por el retrovisor a Tiffany, quien estaba atenta a lo que pasaba con esa discusión.

-ve Im y ayudarla- el hombre no tuvo que imaginar a que se refería, claro que había visto el grupo que su señora estaba observando.

-si mi señorita hwang- él solo obedeció, se bajó del carro y siguió hasta el lugar.

Tiffany se quedó viendo atenta y cuando su chófer volvió pudo cruzar por un breve momento la mirada con esa castaña, una sonrisa se vio en los labios de Tiffany, algo que era realmente inusual.

-vamonos Im- solo fue un momento pero la pelinegra sintió que conectó, aunque fue algo solo de su parte.

-quiere que sigamos dando vueltas por aquí?- él hombre miró a su señora de medio lado esperando una respuesta.

-no, vamos a la oficina, ya encontré a la persona adecuada- él asintió sin decir nada y comenzó a conducir de camino a la empresa.

La pelinegra se quedó un momento pensativa, la mirada, cuerpo y color de cabello de aquella chica se quedó estampado en su memoria.

El hombre miró por el espejo retrovisor a su señora quien por primera vez en un tiempo se veía animada, era obvio que la menor solo hacía aquello para llevarle la contraria a su padre.

Pero parecía que algo en ella había cambiado solo con ese momento, en realidad los buenos momentos a veces pasan en solo un segundo, como una conexión por ejemplo.