Hermana menor

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Había pasado una semana desde la conversación que habían tenido con el asistente Junho y taeyeon aún estaba pensativa en que hacer luego del pedido de su madre.

-buenas tardes- una chica rubia ojos miel, que parecía ser una niña joven ingreso al lugar.

Se veía seria y había fijado su mirada en taeyeon, las dos tenían el mismo color de ojos.

-buenas tardes, que le puedo servir?- la castaña sintió algo cuando la vio, a pesar de su seriedad era una niña.

-soy Irene Kim- ella lo había sospechado, porque tenía su color de ojos y no creía que fueran muy comunes.

-que hace aquí señorita?- las dos se quedaron frente a frente.

-eres taeyeon?- era la primer vez que se veían y se conocían.

-lo soy- pero sentían ese sentimiento de hermandad.

-vine por mi padre, se que su deseo es verlas a usted y a su hermana- taeyeon soltó un suspiro, no quería que ella le dijera algo así.

-no le molesta? Que haya tenido otra familia?- porque pensó que podía sentirse mal.

-los matrimonios entre ricos son así, son arreglos y entiendo que mi padre estuvo con su madre antes de casarse, así que no hubo una infidelidad- Irene parecía ser sensata a su edad.

-no, pero nos abandonó- taeyeon no tenía la intensión de reclamarle algo -no es mi afán que esto sea un problema, solo porfavor señorita no venga aquí-

-vendre hasta que quieran verlo, él no aguantará demasiado y se que en el momento que las vea se irá en paz- la castaña llevo su mano a su nuca pensativa, esto estaba estresandola demasiado.

-que edad tienes?- de alguna forma se preocupó por aquella niña.

-apenas cumplí 18 años- ella no debía estar ahí en medio de ese problema, era apena una niña.

-de seguro usted y su madre piensan que queremos su dinero, pero no es así, somos personas decentes que nos esforzamos por tener todo esto- la castaña quería dejar claro aquello.

-estoy al tanto, mi padre me habló sobre su testamento, y en cuanto a mi madre, ella falleció hace algunos años- esas palabras sorprendieron un poco a la mayor, eso quería decir que Irene prácticamente estaba sola.

-lo lamento, no fue mi intensión- por alguna razón creció en taeyeon esas ganas de cuidarla.

-lo , tranquila, mi padre si no las busco antes fue por mi, se que lo hizo por mi, porque yo era su único impedimento para regresar al lado de ustedes- Irene parecía algo triste y a la castaña le dieron unas ganas de abrazarla.

-eso quiere decir que la ama, así que no se sienta mal- pero solo se acercó y tomó su mano con cuidado.

-él también las ama a ustedes, muchas veces lo vi bebiendo y llorando, sintiéndose miserable por haberlas abandonado- Irene no hizo nada para alejarse porque de alguna forma lo necesitaba y sabía que ambas estaban igual de mal por la situación.

-lamento que haya crecido viendo aquello- la amabilidad en las palabras de la castaña hacia que la menor se sintiera querida.

-fue difícil cuando lo supe, pero ahora que soy mayor y que tendré responsabilidades, entonces debo ser adulta, debo crecer- ese cariño que no sentía desde que su madre se había ido.

-te ves madura, si quieres puedes venir a comer cuando te sientas cansada, aquí recibirás una comida cálida- la castaña se apartó de apoco y le sonrió a la menor.

-vendre seguido, ahora me iré, no quiero importunar, porque vendré a insistir en otro momento- Irene no iba a dejar ir la oferta de taeyeon.

-entiendo, que te vaya bien- y la castaña iba a aprovechar para alimentar bien a la menor.

Taeyeon soltó un suspiro, como le hubiese gustado que Jessica fuera así de madura, que no pensara solo en el dinero y más en la familia.

Al final del día terminó por cerrar el lugar después de limpiar y botar las bolsas de basura.

Estaba sola viendo al cielo, la luna estaba subiendo y se veía hermosa, era una noche tranquila.

Entonces lo recordó, el momento en que Tiffany le dijo que se casara con ella, si pudiera ahora mismo podría tener el apoyo económico de su padre y el sustento suficiente para hacer alguien en la vida, alguien un poco más a la altura de Tiffany hwang.

Pero no era ese tipo de persona y para ser alguien que estuviera a la altura de su pelinegra entonces tendría que tener estudio superior, algo en lo que tardaría años.

Pero a estas alturas lo único que pensaba era que de seguro Tiffany ya estaba comprometida y que no podría hacer nada para cambiar eso.

Le gustaba y aunque era tarde para asumirlo simplemente pensaba en guardarlo en su corazón, el recuerdo de aquella mujer cabello negro que la había cautivado que incluso ahora que estaba con problemas estaba presente en su mente y en su corazón.

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