𝐔𝐧 𝐑𝐞𝐠𝐫𝐞𝐬𝐨 𝐈𝐧𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐝𝐨...♡

SS. ¡Aprendiendo Hacer Padres...!

(Cabe aclarar que esto es un poco de lo que pasa durante los 7 años que transcurrieron)

Era una mañana como cualquier otra, todo era tranquilo, o eso diría Bell y Aiz, ya que hace poco ambos se convirtieron en padres y como tal, su vida a dado un giro de 180°, pero a ambos les gustaba su nuevo cambió de vida.

Bell luego del nacimiento de su pequeña Aria, pasó en casa durante 2 meses enteros, ya que Aiz debía tener un reposo absoluto debido a que dio a luz, y por el dinero no se preocupaban debido a que Bell estuvo ahorrando durante los últimos 3 meses antes del nacimiento de su hija, todo eso para poder estar en casa y así cuidar a ambas.

Nuestro peli blanco se encontraba cocinando el desayuno para su esposa, antes de que ella se levantara, ya que el se encargaba del cuidado de Aiz, y una vez terminará de prepararle el desayuno, enseguida se ponía hacer los deberes del hogar como, lavar, ordenar, etc. Ya luego pasaba el resto del día con Aiz cuidandola y también a su pequeña Aria, ya por las noches a Bell le gustaba pasar en el cuarto de su hija a esperar hasta que ella se quedara completamente dormida y Aiz también acompañaba a su esposo para asi poder ver también a su pequeña antes de dormir.

Bell: Aiz... *mirando a Aria*

Aiz: ¿Qué sucede cariño?

Bell: ¿Crees que a A-Aria le gusten las historias de H-Héroes...? *sonrojado*

Aiz: Ay mi amor, comprendo que estés ansioso por contarles historias de Héroes, pero creó que aún está muy pequeña y así no te entenderá tontito. *sonriendo*

Bell: C-Creo qué tienes razón. *gota de anime*

Aiz: Pero si ella entendiera, ¿que historias le contarias?

Bell: Pues muchas pero... creó que la primera seria sobre el gran Héroe Albert.

Aiz: Me parece bien, pero sabes tengo una mejor idea.

Bell: ¿Ah que te refieres Aiz?

Aiz: Bell, tú me dijiste que tu abuelo escribía las historias que él conocía para ti, ¿verdad?

Bell: Si, el las escribía, pero ¿a que te referías anterior mente?

Aiz: Porque no escribes un cuento sobre todas tus aventuras, desde que llegastes a Orario hasta la actualidad, así podrías ser su héroe favorito. *sonriendo*

Bell: *brillos en los ojos* Que gran idea cariño pero... no creó que mis aventuras se comparen con la de los héroes. *desanimado*

Aiz: Ay mi amor, no te menosprecies, tus aventuras y sobre todo tus grandes hazañas son magníficas y además...*se acerca a su oreja* así yo también leería ese libro junto con Aria y recordaría las hazañas de mi C-O-N-E-J-I-T-O. *picaramente*

Bell: ¡A-Aiz no digas eso...! es vergonzoso. *susurra*

Aiz: Fufufu, nunca me cansaré de ver lo lindo que eres cuando te pones nervioso. *sonriendo*

Bell: Baka... *susurra* (Cabe aclarar que ¡Baka!/Idiota Baka/tonto/a).

Aiz: Fufu, Bell... pues tal parece que Aria ya esta profundamente dormida y pues no se despertará por un buen rato, que te parece si... *jugando con sus dedos*

Bell: E-Esta bien... *sonrojado*

Aiz: S-Si... -¡Si!, ¡Al fin podre volver a ver de nuevo a mi Conejo en acción!- *pensó Aiz*

Meses después.

Ya Bell y Aiz se habían acostumbrado un poco a como cuidar aún bebé, aunque al principio ambos eran unos pésimos padres, aunque Bell parecía que comprendía un poco mejor el rol que ejerce un "papá", ya que en Orario se llevaba bien con los niños del orfanato, pero pulio un poco mejor su faceta con Wiene.