La vida siempre será como una montaña rusa, aveces estarás arriba y otras veces estarás abajo. Eso es algo que mi abuelo siempre decia, aunque EEEEEHHH... No lo decía por lo que ustedes creen... *Sonrojado*
Ahora comprendo a la perfección de ese ref...
Bell y Aria se encontraban ambos entrando hacia el Gremio.
Al entrar ambos llaman rápidamente la atención de todo el lugar.
Ya que como todos sabrán, Bell se encontraba llevando puesta su Túnica, que cubría gran parte de su rostro y era prácticamente imposible que alguien lo reconociera.
Y Aria llamo la atención del lugar, por su color tan peculiar de cabello, ya que era muy extraño encontrar a personas con el color de cabello blanco, a excepción de los ancianos y unos cuantos Elfos.
Y también por esos hermosos ojos, ya que era muy raro, o mejor dicho difícil ver a personas con ojos Heterocromaticos.
Aria se encontraba sujetánda de la mano de Bell, mientras observaba todo el lugar con mucha emoción.
Ya que el lugar le parecía mucho más increíble a como su mamá y papá se lo habían descrito.
Al contrario que Bell. El Gremio lo vio exactamente igual a como cuando el se fue de la Ciudad. Siempre con una gran aglomeración de Aventureros y los empleados del Gremio de un lugar a otro.
Aria: ¡Papá! ¡Este lugar es increíble! *emocionada*
Bell: Jeje Me alegro escucharlo. *sonriendo*
Todo esto era observado y escuchado por todos los Aventureros y empleados que se encontraban en el Gremio.
Ya que cuando Bell ingreso, todos los instintos de los Aventureros presentes se pusieron rápidamente alertas. Por la increíble aura que ejercía Bell en todo el lugar. Muchos pensaban e incluso decían que era la misma presión que ejercían los Altos mandos de la <Familia Loki> y la <Familia Freya>.
El albino sin perder más tiempo, rápidamente intenta buscar con las mirada a su antigua Asesora y amiga.
Al encontrase el lugar bastante lleno se le dificultó un poco lograr localizarla. Pero a los poco segundos logra verla...
Bell rápidamente muestra una pequeña sonrisa al observarla. Le alegraba bastante el saber que Eina se encontraba con bien, durante todo este tiempo.
Eina se encontraba con una pluma y un par de libros a un costado.
Al percatarse que el albino encontraba observándola, ella también desvía la mirada hacia donde se encontraba Bell.
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El Conejo Rápidamente se pone nervioso al ser notado por Eina.
Aria al ver la reacción de Bell, supuso que ella también es una amiga de su papá.
Así que sin más ambos deciden caminar hacia el mostrador en donde se encontraba, Eina Tulle.
Todo esto era observado por todas las personas que se encontraban en el Gremio. Ya que era muy extraño y además "sospechoso", el ver a personas con algún objeto que tape sus rostros.
