𝐔𝐧 𝐑𝐞𝐠𝐫𝐞𝐬𝐨 𝐈𝐧𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐝𝐨...♡

23- Celos de una "Princesa".

Pov Bell.

5: 30 Pm.

Hasta ahora ambos han disfrutando mucho de este pequeño tour.

El primer lugar que visitaron fue la sede de la <Familia Hestia>, para que Welf hiciera una nueva armadura para asi poder explorar nuevamente el Calabozo, Bell junto con su Familia.

Luego se dirigieron hacia la sede de la <Familia Miach> a encargar posiciones para toda toda la familia. Asombrandose en el proceso por la notica de que Bell se encuentra casado y tiene una hija.

Después visitaron el Gremio, en donde Bell pudo volver a ver a su amiga y consejera, Eina. Y además también se inscribió nuevamente como Aventurero.

Después de esa larga charla... a Aria le dio un poco de hambre, así que aprovechando la situación, decidieron visitar a las chicas de la <Anfitriona de la Fertilidad>.

Ya saliendo con los estómagos llenos, decidieron hacer una pequeña parada y en el camino se encontraron a Ryuu, que les explico que ella ayuda a mantener el orden por las calles de la Ciudad, y por consecuencia Bell se ofreció a ayudarla.

Después visitaron al <Orfanato de la Calle Dédalo>... Donde todo fue muy gracioso y divertido.

Hasta ahora ambos albinos han estado recorriendo Orario de un lugar a otro... Pero hay algo que el albino se ha preguntado desde el inicio de su recorrido...

¡¿Que ha escrito Aria en su libreta?!

Desde que salieron de la <Mansión Crepúsculo>, Aria aveces saca su libreta y empieza a escribir en ella... Al principio todo parecía normal. Y la verdad es que no quería indagar en algo tan normal, ¿No?

Bell: ¿Te has divertido, Aria?

Aria: ¡Si! ¡Todos los lugares que hemos visitado son mega increíbles! *feliz*

Bell: ¡Me siento muy feliz de escucharte! *abrazandola*

Aria: ¡Papá! *avergonzada*

Bell: Lo siento, fue un impulso paternal... *gota de anime*

Aria: Las personas aún hablan mucho de tí. *observando a su alrededor*

Bell: Así parece... Por cierto.

Aria: Uh.

Bell: Por haber sido una niña tan bueno el día de hoy, creo que mereces una recompensa, ¿No lo crees? *sonriendo*

Después de terminar de decir eso, Aria muestra una sonrisa que derretiria incluso al corazón más frío del mundo.

Aria: ¡Si! ¡Hoy he sido una niña buena! ¡Definitivamente lo he sido!

Bell: Jaja Ya, ya, tranquila... *riendo*

El albino toma la mano de su hija y empiezan a dirigirse aún lugar en especifico.

Al irse acercando, la peli blanca empezaba a oler un aroma bastante agradable... Un olor que les gustaban a ella y a su madre, Aiz.