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Marcy tiene algo en común con Sasha.

Las dos mienten.

La rubia para conseguir lo que quiere, y la peli negra para no preocupar a los demás por cosas "pequeñas."

Todos aquí sabemos cómo se siente ese sentimiento de traición, ¿Verdad?
Supondré que si.

Hoy nos vamos a concentrar en Sasha en este capítulo, casi no hablamos de la rubia.

Desde que Marcy le diagnosticaron esa hermosa enfermedad, Sasha se alejo de sus dos amigas. ¿Por qué?

Sasha sabe de la enfermedad.

Ahora se preguntarán ¿Cómo se enteró? ¿Cómo es que ocurrió todo tan rápido? Es un respuesta corta, simple y a la vez complicada.

La Sra. Wu.

Solo diré eso, Marcy tiene suerte de que su querida madre no le dijo a su otra amiga.

Basta de rodeos.

La rubia ahora estaba pensando que actividad hacer con Marcy antes de que se acabe el tiempo.

- Listo, aremos pelea de globos de agua. - dijo Sasha decidida saliendo de su casa.

Cuando la rubia estaba cerca de la casa de la peli negra, vio que se el Sr. Wu se llevaba casi cargando a su hija mayor, Marcy.

Sasha empezó a correr hacia el Sr. Wu, por suerte lo alcanzó.

- Sasha, se supone que no debes estar aquí... - dijo Marcy intentando salir de coche.

- Quédate ahí y no te muevas. - ordenó Sasha, tomando el "control de la situación" - Buenas tardes Sr. Wu..

- Buenas tardes.

- No tienes que es- antes de terminar, empezó a toser y escupir sangre.

Sasha reaccionó, se metió al coche de inmediato y "ayudo" a su amiga que ahora, no paraba de toser y escupir sangre. Obligó a Marcy recargarse sobre su hombro, terminó manchada de sangre pero eso le valía mierda en esos momentos.

Casi en un cerrar y abrir de ojos ya se encontraban en el hospital, en la sala de espera. Cada quien metido en su mundo.

"Nunca me la imaginé así, debí decirle que ya sabía de esa enfermedad"

Todos actuamos como estúpidos alguna vez y las tres chicas se comportan así.

Marcy se despertó en el mismo cuarto de siempre, pero la diferencia era que no estaba sola cierta rubia estaba mirando hacia la nada, pensando que lo más seguro esto ya a pasado más de una vez.

Cuánta razón tenía.

- Perdón por la camisa...- dijo cuando vio gotas de sangre en la camisa blanca de la rubia

- Descuida, era una de las tantas camisas de mi padre. Sabes lo que pienso de el.

La peli negra se quiso reír, pero no pudo por el dolor de garganta que apareció de repente.

Al estar hablando un minuto de tonterías, Sasha se atrevió a abrir la boca.

- ¿Por qué? Sabes perfectamente que cuando Anne se entere de esto no va a reaccionar bien..- dijo haciéndose la coleta de nuevo, salió corriendo de su casa que se le olvidó peinarse.

- No tenia planeado que tú lo sepas, pero gracias a mi madre no se pudo. Al menos quiero que algo haga lo que yo quiero y eso es no decirle a Anne. - dijo la oji verde suspirando profundamente. Al levantar la mirada Marcy se percató de algo. - Deja de mirarme así.

- ¿Así como? - respondió la rubia.

- Con pena... - Marcy aparato la mirada por largo tiempo.

-...Será mejor que me me vaya, casi anochece y de seguro terminaré regañada, espero verte mañana para completar algo de la lista...

Sasha se paro y se fue.

Marcy solo la miro hasta que se fuera.

Quién lo diría, Sasha lo sabía todo esté tiempo. La pregunta que me surge ahora es ¿Le dirá a Anne?

"Que no le diga a Anne"

Paso el día rápido, solo más medicamento y unas cuantas inyecciones, que como era de esperarse Marcy hizo un drama.

- ¡Por Dios! Deja de moverte, el doctor solo quiere ayudarte. - dijo la Sra. Wu cansada de la situación.

- ¡Entonces que elija una aguja más pequeña! ¡¡¡Pareciera que me va a quitar el alma con eso!!

Es una escena hermosa, pero no todos durara para siempre. Tarde o temprano los pulmones de Marcy no aguantaran más.

El Doc. Cristian vino en cuanto se enteró de algo.

- ¡CONSEGUÍ LOS PULMONES! - dijo con una sonrisa.

La Sra. Wu se quedó ahí, quieta. La sonrisa de Marcy era inexplicable, pareciera como si hubiera conocido a su cantante favorito. Pero la sonrisa no duró mucho

- Los nuevos pulmones solo me durarán como cinco años. - dijo forzando un sonrisa.

- Dentro de cinco años podré darte otros, no te preocupes por eso ahora. - dijo sonriente el Doc. Cristian.

- ¿Lo promete? - se le humedecieron los ojos.

- Lo prometo. - dijo abrazando a la menor.

"Toma eso, gane..."




























Perdón por no subir capítulos más seguidos, estoy enferma y mi garganta está destrozada de tanto toser, en fin. Espero y les haya gustado.

Ojo, esto no a acabado.

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