Nuestro Secreto

Secreto#31_ Control

Yohan.

_¿Quieres un poco de música?_ añado mientras observo de reojo como nuestras manos se encuentran tiernamente unidas. Cierro los ojos concentrandome en el calor que emana para luego volver a la carretera.

La noche ha sido lo más esperada, no solo por el hecho que tengo para mí a Emma. ¿Es normal que ya le colocará nombre a nuestros hijos? Todavía pienso que es algo irreal, tanto que me ganó de manera considerable al decirlo ella primero. Tiemblo en tan solo recordar esa frase saliendo de sus labios.

_No sé que música escuchar, ¿Sabes? Me gusta esta tranquilidad._ aprieta mi mano jugueteando con mis dedos.

Hermosa.

Asiento antes de devolverle con toques pequeños su afecto considerable, aunque han pasados poco menos de un mes lleno de problemas hemos podido de cierta manera seguir adelante. Ahora solo pienso en llevarla a comer a un lugar decente o talves ir a mi apartamento. ¿O al de Elios para avisarles la noticia?.

Vuelvo a suspirar  tratando de calmarme, sinceramente no creí que llegaría a este punto, observo el semáforo en rojo y la luz de las lámparas que iluminan la ciudad recaen en el ángel que tengo sentado al lado mío.

Maldición, soy tan afortunado.

Su cabello se combina a la perfección con ese tenue color de sus mejillas sonrojodas. Ella no sabe sobre el amor pero está dispuesta a intentarlo conmigo. Yo mismo me encargaré de enseñarle lo hermoso que es sentirse tan vivo.

_¿Te gustaría ir mañana a algún lugar?_ el semáforo se coloca en verde y necesito decidir a dónde la llevaré. Veo de reojo como me observa antes de tallar con su mano libre su ojo izquierdo moviendo una que otra pestaña...

Control, Yohan. Tu puedes.

¿Tendrá sueño? Achico mi mirada evaluando su comportamiento, estira su mano para colocarla sobre el ventanal sosteniendo su cabeza, la regla dice que una persona tiene sueño si parpadea lento más de dos veces. Me concentro en sus ojos tan desgastados por la noche pero tan vivos como los míos.

Uno...

Dos...

_¿Que lugar tienes en mente?_ bosteza tapando con su mano, asiento decidido. La llevaré a casa.

_Permiteme, organizar nuestra primera cita. Hmm...¿Que tal el parque de diversiones?_ sonríe de lado, clavando miles de mariposas en mi estómago.

_Muy cliché, ¿Una película?_ sonrió siguiendo el camino a su casa.

_¿Que es más cliché un parque o un película?_ ambos nos reímos a la par, su cuerpo se mueve hacia mi lado para plantarse en mi hombro derecho. Los escalofríos me tientan a besarla, pero no sé si sea lo correcto ahora que estoy conduciendo. Sus ojos se mantienen en nuestras manos en silencio, un silencio casi perfecto, solo pensando ambos en los que nos dé para el futuro.

_Es calida..._ toquetea varia veces mi mano y yo sonrió eternecido.

_Asi se siente cuando amas a alguien._juego con sus pequeños dedos antes de apretar su mano para no perder ese intimo momento._ Esa es la regla número uno para el amor.

_¿Ya tienes un listado?_ asiento antes de parquear en el complejo del hotel donde se hospeda.

_Te impresionará lo en serio que voy contigo._ apago el motor y  me dispongo a prestarle toda mi atención a ella.

Una sonrisa divertida abarca sus labios antes de que vuelva a reprocharme.

_¿Y cuántas reglas son?_ elevo mis hombros en señal de simpleza.