Nuestro Secreto

_Secreto#3_Dias lluviosos.

Emma.

—Ya veo...—observo sus ojos que poco a poco se van cerrando ante la abundante perdida de sangre.— Ahora... que ya sé quien eres, ni siquiera puedo odiarte.—

—¿Que quieres decir con-....—su mano se desploma y el pánico  se apodera de mi al tocar su pulso y no encontrar señales de vida.—E-...lios?

La vida suele ser muy injusta para algunas personas, en especial para las que hacen el bien. Y ahí estaba yo en medio de la lluvia caminando sin rumbo fijo, mi corazón se sentía vacío, mis manos con guantes negros se identificaba la sangre seca que estaba en ellos.

¿Pero que fue lo que hice?

—Y-yo...lo apuñalé.— confirme en mi mente mientras observaba con terror y miedo mis manos.— Con estas manos...

La lluvia caía pero no me importaba, mi corazón había perdido la calidez que tanto quería anhelar. Recordando cada instante que sucedió en ese momento sintiéndome la persona más asquerosa del planeta por hacerle algo a  así a alguien como él.

—Aún puedo sentir el cuchillo penetrando su cuerpo...—veo con atención como el guante negro empieza a mojarse por la lluvia sobresaltado más un rojo oscuro e intenso—Esta es su sangre...

—¡Elios!....

Despierto de golpe con un dolor de cabeza insoportable mientras observo asustada mi alrededor encontrándome con una escena poco familiar. Frente a la puerta de mi habitacion yase Madi quien me observa con un gran plato de spaguetti en sus manos.

—¿P-pero qué-...— analizo perdida del contexto donde estoy, tocando mis sienes tratando de encontrar algo que no cuadrara ese día, recibiendo un dolor punzante en mi cabeza de inmediato — Agh! —exclamó adolorida.

—Te desmayaste después decir que un tan Elias estaba vivo.—achicó los ojos y la miro con reproche.

—Su nombre es Elios— me levanto de la cama y empiezo a temblar un poco por lo que acabo de enterarme.

Elios esta vivo.

Mi mirada pasa por toda mi habitación buscando mis papeles, necesito saber más, ¿Quien lo vio? ¿Lo entrevistaron? ¿Se entero de lo que pasó? ¿Sabe lo que pasó?

—Los escondi.—dice Madi como si leyera mi mente, bufo en respuesta mientras me levanto dispuesta a encontrar esos papeles.—Te pondrás mal si vuelves a leer esas páginas Emma.— interfiere en mi camino, no sé si se tratara de alguna broma pero no es divertida.— Lo hago por tu bien, todavía no estás lista para tener esos papeles.

—¿Y entonces cuando estaré lista?— la confronto de manera rígida y seria, no necesito estar lista. Eso es una estupidez.— Necesito saber que pasó con Elios, Madi.

—No, necesitas descansar. Preocuparte por tus estudios y ser una persona nueva Emma, para eso estás aqui— La ira se va apoderando de mi ser al mirarla de pies a cabeza, ¿Quien es ella para decirme que hacer en mi vida? —Soy la persona encargada de ti, solo me tienes a mi Emma.

"Solo me tienes a mi en este mundo Emma"

Agrandó los ojos al recordar las palabras de ese señor que lo hacia llamar mi padre, miró con determinación a Madi. Ella no tiene la culpa pero sus palabras en ves de protegerme me hieren.

—Nunca...—controlo mi respiración para mirarla sin expresión alguna—!Nunca vuelvas a decirme esas palabras oíste!

Su mirada por un segundo se siente herida, pero sabe que no lo hice con esa intención y se suaviza, regalándome una sonrisa amigable palpando mi hombro en señal de apoyo.