Capítulo XV

1.4K 392 211
                                    

—¿Ibas a algún lado, Katakuri? —inquirió Perospero, maliciosamente. Lamía su paleta redonda de muchos colores mientras se abría paso entre sus hermanas y hermanos.

Había varios juegos de gemelos, asimismo trillizos, cuatrillizos, quintillizos, y también hijos de parto único. Eran alrededor de treinta y cinco guerreros miembros de la familia Charlotte quienes se hicieron presentes tras ser convocados. El resto de los ochenta y cuatro hermanos —omitiendo a Katakuri—, se encontraban algunos en misiones, y otros iban en camino a ese punto de reunión.

Aparte de ellos se contaba con la asistencia de cientos y cientos de oficiales que ostentaban un uniforme cual pieza de ajedrez. Los demás también vestían de forma extravagante y colorida.

—¿Y adónde se supone que podría ir? —preguntó Katakuri retóricamente—. Aunque la pregunta que debería hacer es: ¿a qué se debe ésta repentina reunión familiar? —Inquirió mirando a Oven y seguidamente a Cracker, para después dirigirse a Perospero. Sabía que lo interceptarían, dado que Daifuku lo puso sobre aviso a través de Brûlée—. Por desgracia no traje suficientes bocadillos para todos —dijo viendo hacia la canasta de mimbre.

—Ahorrémonos las tonterías, Katakuri —dijo Lin Lin, más conocida como «Big Mom», la temida y respetada Yonkō, capitana de todos los piratas en ese sitio. Ésta salía de un enorme espejo que era sostenido por varios oficiales. Le acompañaba Brûlée, que no disimulaba su frágil estado emocional—. ¿Dónde está la chica?

—Se ha ido, mamá —respondió Katakuri muy serio, aunque bastante calmado.

—Ya veo —murmuró Big Mom, luciendo serena—. ¿Y por qué se ha marchado sin antes saludar? ¿Es que acaso no tiene modales?

Perospero sonrió malévolamente. Pensaba que su hermano menor merecía lo que se avecinaba por traidor. Creía firmemente en que eso le enseñaría a no anteponer cualesquiera que fuesen sus intereses personales, a los asuntos de su madre.

—Lo siento, mamá —dijo Katakuri poniéndose de rodillas, ya que no había punto en negar nada.

Recordó que Daifuku le mandó decir con Brûlée, que su hermano mayor Perospero puso al tanto a su madre y a los demás acerca de la situación, y que incluso había conseguido fragmentos de grabaciones de los den den mushi de vídeo que se localizaban a poca distancia del sitio donde él encontró a (Tn) en la playa.

Por desgracia, el subordinado de Katakuri falló al no tomar en cuenta todos los caracoles cercanos a la zona cuando borró veinticuatro horas de las cintas.

—Eres un tonto, Katakuri —expresó Big Mom con cierto tono de decepción, acercándose al susodicho. Lo cogió del cabello para hacerlo levantar la cabeza, mas éste no la veía a los ojos—. Dime, ¿qué fue lo que te hizo traicionarme de ésta manera?

—Mamá, ¡por favor perdónalo! —suplicó Brûlée, con desespero.

Cuatro de sus hermanos mayores sostuvieron a la mencionada para que no interviniera, pese a que ellos también deseaban interponerse. Se trataba de Zuccotto y Compote, más otras dos mujeres que iban por el nombre de Custard, y Angel, quienes pertenecían al juego de trillizos en el que Cracker era el mayor.

—Espero que el sexo haya merecido la pena, Katakuri —se mofó Perospero. El susodicho lo ignoró.

—Nii-san... —se quejó Compote, disgustada, después de escuchar lo que consideró innecesario, por parte de Perospero.

Daifuku frunció el ceño, molesto a causa del tonto comentario.

—Mamá, ¡por favor tranquilízate! —suplicó Galette, una bella mujer de cabello granate que ostentaba dos pequeños cuernos como si de manecillas de un reloj se tratase.

ESTOCOLMO  ━━ [Finalizado] 《28》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora