Capítulo I

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El sol brillaba en su punto mas alto en las orillas de las costas de Totto Land; un enorme, pintoresco, y animado archipiélago junto con Whole Cake Island, la base de operaciones de Big Mom, una de los cuatro emperadores del mar.

Allá en la orilla de la playa, las olas habían traído consigo algunos restos de madera despedazada y también, el cuerpo de una chica.

La mencionada despertó cuando un ave le picoteó la cabeza.

Tenía el cabello enmarañado. Su ropa estaba hecha harapos. Vestía chaqueta, pantalones, y botas de cuero. Las tres cosas eran de color negro y asimismo lo era su bustier. Cada prenda al igual que el calzado tenía adornos de metal siguiendo diferentes patrones en la decoración.

Se levantó con gran dificultad mientras se presionaba el costado izquierdo con el brazo derecho.

Contempló el vasto océano por un momento. Suspiró, y sintió llorar. No podía creer que seguía con vida después de la desgracia en la que habría preferido morir.

Se puso de rodillas pese a sentirse débil, puesto que había perdido una gran cantidad de sangre debido a las múltiples heridas que presentaba su cuerpo.

Repentinamente, un escalofrío que le recorrió la espina dorsal le avisó que alguien la observaba.

—¿Quién está ahí? —preguntó, a la vez que se sacaba una navaja del pantalón y se ponía de pie rápidamente.

Esperó por una respuesta pero nada pasó. Intentó ignorar que se sentía observada por quien fuese que estuviese oculto entre la espesura de algunos árboles y arbustos, en lo que parecía ser un bosque extenso, pero no pudo. Simplemente no pudo. Al mismo tiempo no quería arriesgarse a investigar de quién se trataba.

La presencia del individuo era imponente, y la hizo deducir que quien permanecía en silencio, oculto, era sin duda más fuerte que ella. Pero estaba acorralada; en un lugar desconocido, y sobre todo herida, golpeada, débil y al borde de perder la consciencia.

¿Hacia dónde huiría?

Su pierna izquierda aún seguía quemada por el hielo del almirante de quien apenas se pudo librar.

Ella estaba tan débil que no logró obligar su cuerpo a continuar erguido y alerta, de modo que perdió el conocimiento.

Al despertar se encontró encadenada en una camilla, en lo que parecía ser un cuarto de enfermería.

Le era una tarea difícil el intentar dominar sus pesados párpados, y pese a ese hecho, pudo ver por el rabillo del ojo izquierdo que había un hombre enorme sentado a poca distancia de la camilla. Intentó voltear enteramente, pero no lograba mover ni un solo músculo de su dolorido cuerpo.

—¿Quién eres y qué haces en mi isla? —le preguntó esa voz grave y masculina. Ella no pudo contestar. Después de unos segundos de silencio él dijo—: La única razón por la que te mantengo con vida es por mera curiosidad y para obtener información, no me hagas repetirme.

Su voz sonó más grave y firme esta vez.

La joven cuya garganta estaba seca, abrió los labios ligeramente y reunió la fuerza necesaria para contestar.

—Mi nombre es (Tn) —dijo algo ronca, entre jadeos—. Mi barco fue atacado hace tres días por el almirante Kuzan. Toda mi tripulación pereció en sus manos y al parecer la vida me castigó al no dejarme morir con mis nakama. No sé dónde estoy y tampoco es como que deseo estar aquí. Supongo que las olas me arrastraron hasta las playas de «tu isla».

ESTOCOLMO  ━━ [Finalizado] 《28》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora