Cap. 8

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Jungkook

La primera vez que vi a Jimin me pareció el omega más hermoso que habían visto mis ojos. Esos labios carnosos alrededor de mi polla dura se verían muy bien, pensé. Mis manos apretando ese culo mientras se trepa a mi era una imagen tentadora. 

He visto y salido con omegas hermosos antes pero en mi posición la mayoría se ve atraído mas por mi dinero que por mi. Me molestaba y no podía permitir perder la cabeza por alguien que solo ve mi fortuna, así que solo entablaba relaciones sin futuro, ya había tenido un par de experiencias desagradables donde al final terminaba indemnizándolos con mucho dinero para no ocasionar más problemas, las personas oportunistas me daban asco. Por otro lado, empatarme con el hijo de una familia rica tampoco estaba en mis planes. Si las cosas no salían bien, sería como envolverme en una lucha de poder entre familias y eso pondría en peligro todo por lo que he trabajado, eso también me ponía de nervios. No necesitaba hacer más dinero, además.

Y aunque pensé que Jimin podía ser así, durante los meses que salimos demostró ser sincero. Por azares del destino fui conociendo mas a ese lindo omega y me enamoré perdidamente de el como nunca antes lo había estado por alguien. Jimin no solo era lindo, también era inteligente, amable, trabajador y soñador. Llegué a amarlo tanto que sin pensarlo podría darle todo lo que me pidiera.

Al principio hablar con el me ponía ansioso, me gustaba mirarlo caminar por el hotel tan sexy y despreocupado. No quería cagarla y parecer arrogante así que traté de ser auténtico cuando tuve oportunidad de entablar una conversación pero para el yo era un  huésped mas y abandoné la idea de ir tras el.

Cuando lo vi en el bar la primera vez, me pareció aún más lindo e interesante. Llevaba horas sin quitarle la mirada como un idiota, planeando llegar a darme placer en casa con esa imagen de sus labios en mi cuerpo y Hobi lo notó.

—¿Te gusta?—Me preguntó interrumpiendo mis pensamientos sucios.

—Trabaja en el hotel donde me hospedo—Le dije tratando de desviar la conversación.

—Entonces te gusta. ¿Por qué no vas a hablarle?

—Parece que la está pasando bien con sus amigos. —Tomé un trago de mi bebida.

—Es lindo, deberías de darte una oportunidad. Hace mucho que no sales con alguien.

—Si, es muy lindo.—sonreí pensando en esos hermosos labios y ese cuerpo condenadamente sexy, que hacía que mi polla se emocionará y se pusiera alerta.—Pero no tengo tiempo para una relación ahora.

Pero mi amigo Hobi hizo que las cosas sucedieran invitándole un trago, todo indicaba que iba a rechazar la invitación pero uno de sus amigos meneó las cuerdas del destino y nos invitó a su mesa.

Pasé toda la noche disfrutando de su aroma y como un idiota viéndolo. No tenía planeado hacer ningún movimiento hasta que Hoseok se entrometió y me hizo llevarlo a casa. Ahí me di cuenta de que era una omega especial.

Esa noche en cuanto llegué a casa, descargué mi urgencia pensando en el y en todo lo que me encantaría hacerle si lo tuviera en mi cama. Mientras me tocaba duro para darme placer pensaba en su cuerpo desnudo y me preguntaba si sería un gritón en la cama. Imágenes obscenas de el me invadían, estar dentro de el apretado debía ser alucinante.

Mi entusiasmo hacia Jimin creció cuando tomamos café días después, pero el día que lo vi en The Roof, me di cuenta que me afectaba más de lo que había imaginado.

Esa noche Hoseok había insistido en ir a celebrar porque era el cumpleaños de un amigo en común. Realmente no soy fan de esos lugares ruidosos, no porque sea un tipo aburrido, si no porque el ruido no te permite tener una charla amena. Pensaba tomar un par de tragos y después largarme de ahí, pero vi a Jimin y mis planes cambiaron. Bailaba tan sexy, me quedé ahí sentado viéndolo toda la noche, no quería parecer un idiota desesperado y nunca he sido partidario de las conquistas en lugares como esos, esa noche solo quería disfrutar de la hermosa vista. Jimin finalmente notó que lo miraba y me sonrió, creí que debía ir a saludarlo, pero hice un poco de tiempo porque parecía divertido y no quería interrumpirlo pareciendo un acosador desesperado.

I hate you, I love youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora