Cap. 17

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Jungkook

Después de pedirle a Jimin que me ayudara a montar el teatro de nuestra feliz relación, regresé con May.

—Jimin está casi listo—sonreí.

—¿Jungkook?

—¿Si tía?

—¿Todo está bien? ¿Has estado bien?
Últimamente no me has llamado—sabía que May estaba preocupada y había venido para saber si algo estaba pasando.

—Todo está bien tía. Entre el trabajo y Jimin he estado partido en mil.

—¿Por qué no me habías dicho que vas a tener un hijo con el?
¡mierda! ¡Por supuesto que iba a preguntarme eso!

—Tía...Jimin y yo tuvimos algunos problemas, pero ya todo está bien. Iba a decírtelo pero quería llevarlo a conocerte y contártelo. Yo...lo siento.

—¿Problemas? ¿Qué clase problemas?

—So-solo problemas de pareja. Ya sabes, los omegas son necios y cuando están embarazados sus hormonas afectan su humor.

—¿Todo está bien ahora? Jimin no se ve muy bien, está delgado.

—Ha tenido náuseas casi todo el tiempo.Visitamos al doctor hace unos días y dice que es estrés.

—¿Estrés? ¿Por qué Jimin tendría estrés?—oh lunas mi tía es peor que un policía mal pagado.

—Tía...no lo sé. Ha estado queriendo montar un negocio por su cuenta de postres y se niega a obtener mi ayuda.

—No debería de estar pasando por eso.

—Se lo he dicho ya, pero es necio, no piensa renunciar a eso.

—Hablaré con él.

—No es necesario, solo déjalo...

—¡Por supuesto que es necesario! Tiene que dejar a un lado el estrés y disfrutar su embarazo.—Afortunadamente Jimin interrumpió nuestra plática. May posee un talento especial para ser insistente y obtener la información que necesita.

—¡Te ves hermoso cariño! Ya se nota tu pancita—Levanté la mirada para ver a Jimin mientras bajaba la escalera, en efecto se veía hermoso. Su vientre había crecido un poco y la ropa ajustada lo hacía más evidente.

¡Demonios! ¿Soy yo o con el embarazo cada día se ve más caliente?

—Gracias tía May—Jimin sonrió adorable.

—¿Verdad que se ve hermoso, Kookie?

—S-si, se ve hermoso—respondí embelesado mirándolo.

—Pues vámonos, tenemos mucho de que hablar y ese cachorro necesita sandia y tacos.

Tuvimos que comportarnos como una pareja feliz. Yo tomaba de la mano a Jimin y me portaba excesivamente amable con él. No era tan difícil porque disfrutaba de su aroma y de estar cerca de él.

Es importante decir que nos costó un poco  conseguir un lugar que tuviera sandia y tacos en su menú. Tuvimos que hacer un pedido especial para complacer el antojo de Jimin.

—¿!Por qué demonios no le habías comprado sandia y tacos!?—me cuestionó May mientras Jimin devoraba esa extraña combinación de alimentos.

—Tía, Jimin no lo mencionó, bueno si, pero solo una vez.

—No tiene que mencionarlo mil veces, es tu deber consentirlo. ¿Acaso no sabes lo difícil que es llevar a un cachorro por meses y después darlo a luz? Me haces sentir que no te crié bien.

I hate you, I love youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora