El pequeño Garfield

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Estos cinco días han sido horribles, tener periodo con el corazón roto es la peor sensación que he tenido en mi larga vida. 

Empezamos con el primer día. Desperté y sentí mojado mis bragas—mis favoritas—, cheque y ahí estaba una pequeña mancha de sangre. Aaron fue por mis cosas y cuando regreso y entro a mi cuarto para darme las cosas que necesitaba, me dio vergüenza mirarlo a los ojos.

Ojos como la oscuridad... Y la oscuridad es hermosa. 

Pero lo bueno fue que las cosas que trajo son las mismas que yo utilizo cuando estoy en mis días—excepto las bragas de Spiderman—.

En el segundo día empezaron los cólicos del infierno. Aaron y mi hermano ya no sabían que hacer para ayudarme y aunque tome dos pastillas, no me hicieron tanto efecto. Aaron tuvo que ir a comprar una compresa térmica ya que le dije que el calor me relajaba los cólicos.

Se veían graciosos con sus caras de horror cuando me quejaba de el dolor.

En el tercer día estuvo todo normal, desayune mi desayuno especial que mi hermano solo hacia para mi pero el problema fue cuando me fui a dormir. Tuve las mismas pesadillas que tenia cuando era una niña y esas pesadillas fueron creadas por la que decía ser mi mamá...

No quiero hablar de eso. 

No le dije a Liam porque no lo quería preocupar y que me mandara a el psicólogo. No quiero volver a ese sitio con paredes blancas y una psicóloga que solo me atiende por dinero.

Lo malo es que Aaron se dio cuenta y en la madrugada me pregunto que me pasaba pero lo ignore y me fui para poder ir a mi cuarto a ver mi celular. 

En el cuarto día las pesadillas continuaron pero esta vez no me levante ya que no quería que Aaron se despertara de nuevo y me volviera a interrogar. Para despejar mi mente de las pesadillas, saque mi libreta vieja de dibujos y empecé a terminar unos dibujos que tenia hace unos meses.

Los dibujos eran principalmente personas que quería mucho, por ejemplo; tenia un retrato de mi tía que había dibujado y que a ella le había encantado. 

Y en el ultimo día las pesadillas volvieron pero lo bueno es que ya había terminado mis cinco días de periodo.

Esos fueron los cinco de mi periodo. Espero que no sea así todos los meses. 

Faltaba casi una semana para entrar a mi nueva preparatoria y la verdad es que no quiero entrar. 

Conozco a Aurora pero solo a ella y estar todo el tiempo con ella no creo que sea cómodo

También a Karl lo conocemos.

Solo de vista y no confió en las personas que no conozco a detalle. 

El punto es que en una semana entro a mi ultimo año de la preparatoria y aun no tengo las cosas necesarias. 

Y eso nos deja a donde ahora estoy con mi hermano y Aaron, en el centro comercial donde vamos a comprar mis supuestos útiles. Mi hermano estaba a mi derecha con su típico pans y sudadera de deporte color gris—aunque nunca lo e visto hacer deporte— y Aaron estaba a mi izquierda con un pantalón vaquero y una sudadera negra con el logo de Spiderman 

Oh no, las malditas bragas.

Yo en cambio llevaba un vestido café con una botas negras y mi pelo suelto.

 —¿Entramos? —pregunta mi hermano cuando nos detenemos enfrente de una papelería.

—Supongo que si

Los tres al entrar no llevamos las miradas de varias mujeres pero no era por mi hermano o por mi, era por Aaron. A los pocos minutos, varias mujeres empezaron a llegar y empezaron a pedirle fotos o autógrafos. 

El amor tiene consecuenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora