El amor tiene consecuencias

Romper la reglas creo que fue una mala idea

Cuenta regresiva para el epílogo: 5 

—No Aaron, te lastime el labio de nuevo 

—Estoy bien 

—Lo limpiare de nuevo.

Tomó mis mejillas y volví a sentir sus labios sobre los míos, sabia que me tenia que alejarme pero mi cuerpo no reaccionaba ante mi pensamiento de alejarme, al contrario hizo que mis brazos rodearan su cuello y lo acercara más. 

—¡Regla número 1, no besarse fuera de sus cuartos!

Nos separamos al instante que escuchamos a mi hermano entrar a la sala diciendo eso, me arreglo un poco el pelo y cuando mis manos tocan mis mejillas las siento calientes, miro a Aaron que sigue con la sangre en su labio pero él se ve perfecto como si no me hubiera calentado solo con un beso. 

—¿Quieres pizza? —ignore su mirada fría a nosotros 

—No, saldré con unos amigos —camina a la puerta donde la abre—. Regla número 2, nada de sexo cuando no este en el departamento.

Sale de el departamento sin antes darnos una mirada de advertencia.

—Como sea ni siquiera íbamos a hacer algo más

—No quiero estar en la misma ciudad que ella —empiezo a explicar 

Él me voltea a ver y yo me muerdo mi labio un poco nerviosa 

—¿Por eso te quieres ir? —asiento —, bien pues... Sera interesante tener una relación a distancia 

Lo volteo a ver de inmediato pero él solo me sonríe.

—¿No... No estas enojado? 

—No, si irte puede mejorar tu salud mental no me voy a oponer 

—¿Y no tienes miedo de que me enamore de alguien más? 

—Pues... Nos podemos volver a reencontrar y te puedo volver a enamorar

Cierro los ojos —Son una estúpida 

—¿Por qué?.

—Por creer que te ibas a enojar, debí quedarme.

Siento como pasa su brazo por mis hombro y me jala a su pecho, abro los ojos y empiezo a hacer círculos sobre su pecho. 

—¿Quieres que te haga algo? —me pregunta poniendo su cabeza sobre mi pelo. 

—Quiero dormir 

—Pero apenas son las cinco de la tarde. 

Hago una mueca y me levanto, él me ve confundo pero yo solo voy a la cocina donde abro el refrigerador para poder agarrar dos cervezas—que nunca falta— y voy a sentarme a lado de él, le pido que abra las cervezas y cuando lo hace, ambos al mismo tiempo tomamos un sorbo. 

Agarro el control de la televisión y abro Netflix para ver una película.

—¿Quieres ver una película? 

—Si —responde

—¿Qué película quieres ver? —lo volteo a ver y noto que da una sonrisa picara 

—Una erótica —abro los ojos 

—Aaron —él se empieza a reír —, si quieres ver a una mujer desnuda solo dime y me quito mi ropa.

Él congela su risa y la borrando lentamente, me mira esperando a que sea una broma pero no lo era. 

—Va pues... —se acomoda en el sillón y le da un trago a su cerveza —Hágalo.