Mentiras disfrazadas en dulces palabras

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Estuve tratando de animar un poco más a mi hermano, Aaron también me ayudo e incluso pusimos su película favorita, cuando todos ya teníamos hambre, Aaron y yo pedimos dos pizzas ya que ninguno de los dos sabia cocinar tan bien como Liam. 

Cuando nos acabamos la pizza, me fui a mi cuarto donde me puse un pantalón azul oscuro y una playera negra que dejaba expuestos mis hombros, me puse tenis, agarre mi bolsa y salí para poder ir a ver a Aurora. 

Aaron había insistido en acompañarme para hablar con Aurora pero yo me negué y nerviosa, agarre mi auto y empecé a manejar lentamente a la casa de Aurora que lamentablemente estaba cerca de la casa donde antes vivíamos con Devora. 

No sabia como iba a empezar esta conversación, le quería pedir explicación o decirle si necesitaba tiempo. 

Después de casi una hora de manejar—era media hora de distancia pero maneje lento ya que no me sentía capaz de manejar más rápido—, llegue a la casa donde vivía la familia de Aurora y ella. 

Era una casa de dos pisos pero que conectaba con otra casa de un solo piso, la primera casa era un color café claro mientras que la otra casa era blanca. 

Estacione mi auto enfrente de su casa y baje para después caminar y tocar el timbre. 

Espere muy poco ya que Aurora abrió la puerta y me miro con sorpresa, ella llevaba un short negro con una playera rosa que era unas dos tallas más grandes que ella. 

—Eli, no sabia que ibas a venir 

—Amm... Aurora, quería saber porque terminaste a mi hermano 

—Oh 

—Tal vez sea incomodo pero él esta muy mal y no me gusta verlo así

—Si, necesito tiempo, ¿Sabes que me pidió matrimonio? 

—Si, lo se 

—¿Lo sabias? 

—Nos dijo a Aaron y a mí

—¡¿Y no me dijiste?!. —sonó enojada

Me quede callada, tal vez si le tuve que decir. 

—Lo siento, ¿Entonces por eso lo terminaste? 

Ella suelta una pequeña risa y cruza los brazos. 

—Elizabeth te creía más lista 

La mire confundida y ella me miro de pies a cabeza 

—No termine a Liam solo porque necesito tiempo 

—¿Entonces?. 

Nos quedamos en silencio, ella solo me miro fijamente y yo estaba confundida... Y nerviosa, ella antes de hablar, suspiro mirando el piso y después me miro a mí. 

—Siempre me ha gustado Aaron. 

Esas cinco palabras rebotaron por mi cabeza unas tres veces, la mire entre sorprendida y confundida

—¿Qué?—fue lo único que salió de mi boca. 

Ella giro los ojos y me miro un poco cansada por mi presencia.

—Desde que me dijiste que él te gustaba, a mi igual me empezó a gustar 

Parpadee unas cuantas veces, rogando para que fuera un sueño pero no podía despertar. 

—Claro, te ayude porque eras mi mejor amiga pero como le dije a mi mamá que Aaron me gustaba y que a ti también te gustaba, me dijo que tú eras más bonita y que tú ibas a lograr enamorarlo. Eso causo que te tuviera envidia y me propuse enamorar a Aaron para que mi mamá supiera que yo era mejor. 

El amor tiene consecuenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora