Una noche estrellada...

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Epílogo

Hola

Soy yo de nuevo

La narradora del principio. ¿Me recuerdan? 

La autora me mando acá para decirles algo: No la odien. 

Yo igual quería un final feliz e incluso le reclame a la autora. Bueno... Ella me dijo que no la odien por el final un poco triste. 

¿Recuerdan esto?:

Pero así es el amor, nunca sabes cuando va a llegar, cuanto va a durar o cuanto vas a sufrir, lo único que podríamos hacer es disfrutar ese momento.

Pues es lo que pasó en esta historia. Ellos no sabían que se iban a volver a enamorar, ellos no sabían cuanto iba a durar, ellos no sabían cuanto iban a sufrir, ellos solo disfrutaron su momento juntos. 

Estaba hablando con la autora en su cuarto y le pregunté: ¿Por qué le pusiste ese titulo?

A lo cual ella con una sonrisa viendo el cuaderno azul con líneas blancas verticales de pasta dura donde tenia anotado todo de esta historia mientras estaba acostada en su cama pegada a la pared, me contesto:

—Como lo dice su titulo, el amor tiene consecuencias. Elizabeth amaba a su tía y ella murió, como consecuencia, ella se tuvo que mudar y alejarse de donde era feliz con su tía.

 Me sonríe triste. Astoria era como su madre, la cuidaba y aunque Sara sea su madrastra y la apoye, no tienen la misma conexión que Elizabeth y Astoria.

—Elizabeth quería a su ex novio y a su mamá pero ellos dos la dañaron y como consecuencia, ella volvió a revivir el trauma que una vez su mamá le causo 

Mira el techo con el ceño fruncido, ella odia a la mamá de Elizabeth, espero y si le den su merecido a esa señora y termine en la cárcel. 

—Elizabeth amaba a su mejor amiga y ella la traiciono, como consecuencia, ella dejo de confiar de las personas por un tiempo.

Hizo una mueca. Aurora no sabia que para Elizabeth era como la hermana que nunca tuvo, Elizabeth le contaba todo, confiaba en ella. Elizabeth pensaba que eran almas gemelas y no en el sentido romántico.

Pero ella no sabia que mediante iban creciendo, Aurora la iba odiando más por culpa de su mamá, su mamá siempre comparaba a Aurora con Elizabeth, no trato de justificar las acciones de Aurora, ella pudo pedir ayuda y no lo hizo.

—Elizabeth amaba a Aaron, son el uno para el otro pero... ella necesita estar sola un tiempo para recuperarse de todo lo que le paso en los últimos meses. A veces es mejor sanar solo o sola, tú solo sabes que es lo que sientes, tú solo sabes que es lo que piensas y tú solo sabes cuando es mejor tomarse un tiempo sin afectar a nadie. 

Se levanta y deja la libreta en la mesa de madera oscura que tiene aun lado de su cama. 

—La única consecuencia que hubo en su amor fue que Elizabeth se fue, se fue sin darle explicación. 

Empieza a caminar hasta salir de el cuarto, la sigo hasta la cocina donde veo que se esta sirviendo jugo de arándanos en un vaso de vidrio.

—¿Qué pasara con ellos?

Cuando el liquido llega a la mitad, ella cierra el bote de cartón y lo vuelve a meter a el refrigerador. Toma el vaso y pasa a lado mío.

La vuelvo a seguir para poder obtener una respuesta y cuando pensé que íbamos a su cuarto, ella se desvió y camino a la puerta trasera, salió y cuando yo igual salí, la encontré sentada mirando el cielo oscuro lleno de estrellas.

—La vida puede dar muchos giros repentinos... ella necesita sanar y cuando lo haga... las estrellas bajaran de el cielo y la visitaran para alegrar su vida.

Frunzo el ceño y miro el cielo. 

—¿Las estrellas? —pregunto acercándome a ella para después sentarme a su lado.

Ella toma de su jugo para después poner el vaso a lado de ella.

—Si, las estrellas

—¿Pero por qué las estrellas?.

—Haces muchas preguntas 

—Curiosidad y porque sabes que ellos y ellas te van a preguntar lo mismo que yo.

Ella suelta una risa pequeña. 

—Mejor pregúntame otra cosa 

—Ya me contaste sobre Elizabeth, ¿Qué pasa con Aaron?.

Suspira y sonríe de lado 

—Aaron esta bien solo tiene el corazón roto que cree que con cervezas lo va a arreglar... Y sigue viviendo con Liam

—¿Solo me dirás eso? 

—Si.

Hago una mueca, me estoy quedando sin preguntas.

—Sabes que ellos merecían su final feliz, ¿Cierto? 

Ella en ningún momento dejo de ver el cielo, con una sonrisa, como si estuviera pensando, su pelo negro no se apreciaba mucho pero si su flecho que le llegaba a la ceja en una línea recta, sus ojos ya los había visto con detalle, eran un café muy oscuro pero que en el sol se podía apreciar un poco más claro el color.

—¿Y quien dijo que ese era el final? —dice y me voltea a ver —, yo no recuerdo haber puesto "Fin".

Y así fue como termino esa noche, ella me dejo confundida ante su respuesta y sabia que ya no me iba a decir nada más.

El amor tiene consecuenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora