Reunión de Emergencia

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ESTE CAPÍTULO CONTIENE RELATOS NO APTOS PARA TODOS. (Mención a orgías, contenido sexual, violencia, rituales y sacrificios humanos.)

Pasaron dos días normales, Ethan y Emma seguían cuidándome a mí y a mi casa sin incidentes de por medio, mis heridas eran menos llamativas a la vista, recibí varios comentarios de cómo mi cuerpo se recuperaba tan fácil.

Por la mañana del tercer día Emma y yo nos encontrábamos desayunando en la larga mesa en total silencio, pronto eso cambiaría cuando escuchamos cómo el volumen de la televisión aumentaba. Ethan miraba las noticias en la sala al lado del comedor, en esos días no había ni un solo momento en el que él no las mirara, suponía que por precaución.

La noticia de esta mañana era diferente, no solo por el hecho de que había subido el volumen, sino que había notado que era una noticia de última hora.

Pronto supe de qué se trataba: "Asesinan a John Ross el candidato más querido de Undhill..."

Se habían tardado en anunciarlo, no podía culparlos, su cuerpo quedó por todas partes, primero tenían que limpiarlo. Suprimí una carcajada ante ese pensamiento.

Emma dejó la mesa con su plato a medio terminar y corrió con Ethan, se levantó tan rápido que la silla terminó bastante alejada de lo que estaba originalmente, por un momento olvidé que estaba con un par de hermanos con complejo de héroe.

Suspiré al oírlos hablar sobre lo que harían, pero muy pocas cosas me importaban, y eso no era una de ellas. Una idea vino a mi mente cuando mencionaron aumentar a seguridad, podría reactivar la naval donde Ethan y Emma podrían encargarse de entrenar, después de todo, Ethan ya era general, sus capacidades y su cercanía me ayudarían a futuro con mis planes, y no sólo en el futuro, sino que me ayudaría a recobrar y aumentar la confianza en todos los ciudadanos.

Pronto me rendirían culto, los haría creer que quería su bienestar y seguridad.

Al igual que Emma dejé mi plato y subí sin molestarlos para vestirme, no tenía nada que aportar aún. Haría una reunión de emergencia donde abordaría todos los nuevos temas, pero antes tenía que convencerlos para que dirigieran la naval.

Tan pronto como la noticia se transmitió comenzaron las llamadas de personas desesperadas, fueron tantas que sólo pude dejarle un mensaje de texto a mi secretaria. Merecía más dinero, pero no podía rozar la ilegalidad por ahora. Apagué mi celular y me vestí menos extravagante, algo que sin duda me incomodaba, pero debía mantener las apariencias.

Alguien llamó a la puerta, el sonido de la madera ante el golpe era hueco, firme, decidido. Una voz masculina preciosa llenó el silencio.

—Necesitamos hablar, Zarek —advirtió.

—Pasa —dije sin más y él entró—. ¿De qué necesitas hablar?

—Tienes que implementar algún plan de emergencia que alguna vez se te haya ocurrido.

Arqueé una ceja mientras lo miraba, necesitaba ver si él tenía algún plan mejor que el mío. Al darse cuenta de mi expresión el siguió.

—Podemos militarizar la zona, sé que es demasiado quizá, pero cada vez se pone peor. Activaría de nuevo la Naval y si nos permites podemos ayudar reclutando más gente si es necesario.

—¡Eres un genio! —exclamé juntando las manos y sonriendo entusiasmado, él complementaba mis ideas y yo las suyas, ¡éramos perfectos el uno para el otro!

"Haré una reunión para discutir esto, no es necesario que vengas, prefiero que vayan a ver a esta persona para que les dé instrucciones de lo que deben hacer para poder implementarlo lo antes posible, sé que podrás hacerlo hoy mismo, ¿No, querido? —dije sin dejar de sonreírle mientras le pasaba un pequeño papel donde venía un nombre, una dirección y un número telefónico.

Malas Tentaciones [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora