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Narra Victoria.

Si hace unos años o meses me decían que viviría en Barcelona probablemente me hubiera reído. Pero a día de hoy pienso que Barcelona no es una mala ciudad.
Antes de mudarnos aquí, nunca me había llamado la atención Barcelona, si que la había visitado algunas veces pero nunca me llamaba la atención lo suficiente, quizás por ser una ciudad muy grande y donde vive mucha gente, también por el tráfico. Pero a día de hoy Barcelona me está gustando.

Llevo aquí viviendo unas dos semanas, han sido dos semanas un poco raras porque cambiar de ciudad es algo que no haces todos los días. Es un nuevo ambiente, una nueva etapa, conocer personas, conocer todo y eso lleva sus días, no es llegar y a la primera saber y conocer todo de primera mano, que ya me gustaría pero no.

El mes de junio ha empezado por eso nos hemos mudado ahora y no antes, ya que antes yo debía terminar el curso y no podía dejarlo a la mitad. Por lo que mis padres me han contado seguiré el Grado Universitario de danza clásica aquí en Barcelona que por lo que me han dicho es muy buena. Al igual que mis clases de ballet que las seguiré aquí.

Hablo todos los días con mis amigos de A Coruña, los echo de menos pero no queda más remedio. Aunque en Julio iré a verlos y a estar con ellos durante una semana.

- Victoria hija, papá y yo nos vamos a trabajar - dice mi madre abriendo la puerta de mi habitación.

- vale, que tengáis buen día - digo y mi madre deja un beso en mi cabeza antes de marcharse.

Mis padres están muy contentos con el trabajo, mi padre ahora es uno de los propietarios de una empresa en Barcelona y mi madre es abogada en un prestigioso buffet de abogados.

La ciudad aún no la conozco a la perfección solo he visitado algunos lugares de los más emblemáticos y poco más.

Miro en el reloj la hora que es y todavía es una hora bastante buena para salir a dar un paseo por la ciudad antes de que sea la hora de almorzar.

Si ya tenía una casa grande en A Coruña, esta no se queda atrás ni mucho menos. Es un pedazo de casa; tiene dos plantas, una piscina, varias habitaciones grandes, un gimnasio y hasta una piscina interior, a parte de dos cuartos de baño, el salón, el comedor, una sala de estar y la cocina.

Salgo de casa no sin antes asegurarme de que lleve las llaves. Más de una vez me he dejado las llaves en casa y he tenido que esperar a que mis padres llegasen del trabajo.

Mi lugar preferido en el mundo es el mar así que me decido por ir a pasear por el paseo marítimo de la Playa de la Barceloneta.

El litoral tiene unos cuantos edificios emblemáticos, como el hotel W Vela, las Torres Mapfre, y el Forum.

Por el pareo marítimo hay mucha gente caminando, algunos montando en bicicleta, otros andando, otros corriendo, otros con patines y algunos en la arena con esterillas haciendo yoga.

Paseo por el paseo marítimo hasta el Forum.

La brisa marina me revuelve el pelo y rio, me quito los zapatos y los cojo en la mano. Me acerco a la orilla y me siento un rato mirando el mar.

Media hora después, aproximadamente, me levanto y veo que es hora casi que de comer. Tres calles antes de llegar a mi casa hay un Mcdonald así que pido algo para llevar y comer en casa ya que estoy sola. Mis padres no vuelven hasta pasadas las seis de la tarde.

Cuando llego a casa veo que en la puerta hay un sobrecito y una caja, lo cojo todo y lo pongo en la mesa.

Primero decido comer ya que sino la hamburguesa se me va a enfriar y comerla fría es un asco.

Y cuando acabo abro el sobre y veo que es una nota de los vecinos para que vayamos mañana a mediodía a su casa y nos conozcamos. Y en la cajita hay unos dulces que parecen caseros, que tienen una pintaza.

Lo dejo todo en la mesa para que cuando mis padres lleguen lo vean.

No tengo ni idea de quiénes son los vecinos. No los he visto en estos días, si que he visto coches aparcados por la zona pero es que tampoco he salido mucho de casa.

Espero que sean personas majas y me caigan bien.

Estoy leyendo un libro que me compré hace escasamente unos días en un puestecito de las ramblas cuando suena mi móvil.

Lo miro y veo que es una videollamada de mis amigos por lo que conecto el portátil y enseguida veo sus caras.

- Vicky - gritan todos y yo sonrió.

-chicos - digo con una sonrisa y levantando mi mano en señal de saludo.

- ¿qué tal tu día? - pregunta Olalla

- bien, normal, he ido a pasear por la playa y luego he comido Mcdonald - digo - ¿y vosotros?

- hemos ido al mercado a comprar algunas cosas - dicen y asiento.

- ¿te has encontrado con Atenea? - pregunta Iria y yo niego.

- la ciudad es muy grande para encontrarme con ella. Ojalá me la encontrase - respondo.

- todo es posible - dice Iago.

- nunca hay que perder la esperanza - habla Noa.

- si me la encuentro alguna vez por la ciudad no preocuparos porque os lo contaré.

- nos tienes que tener informados de todo - dice Xavier y yo asiento.

- y ustedes también eh - digo y ellos se ríen - que me quiero seguir enterando de todos los cotilleos.

- cotilla desde la distancia - dice Helena riendo.

- por supuesto, los cotilleos me dan años de vida, es la gasolina de mi vida - digo riendo.

- pues ya ha empezado a haber algunos cotilleos.

- ¿cómo? ¿Y cómo es que yo aún no estoy enterada de esto? Esto no puede ser eh, ahora que me he ido y empiezan las cositas de verano.

- te has ido en la mejor etapa de cotilleos.

- y que lo digas. Que aquí todavía no me entero ni de cuándo pasa un coche. - Indico y se ríen.

Me cuentan el cotilleo. Nos gusta ser chismosos, nosotros siempre bien enterados de todo di que si.

- oye por cierto os tengo que contar algo - digo.

- ve contando, que aquí todos te escuchamos - dice Olalla.

- cuando llegue a casa me encontré una carta de los vecinos para ir mañana a comer en su casa.

- ay chica, pues si el matrimonio tiene un hijo guapo y de tu edad más o menos pues chica a la aventura - dice Iria.

- no no.

Rayito de luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora