veinticuatro

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Narra Nico.

- Nicolás despiértate ya cojones que te cuesta la misma vida - me grita Gavi.

Abro los ojos y los vuelvo a cerrar rápidamente al sentir el impacto de un cojin en mi cara.

- Pablo Martín Páez Gavira - grito. - Eres muy pesado chaval.

- venga ya que tenemos el desayuno, y si no llegamos Luís Enrique nos echara la bronca del año.

- ostias pues vámonos cagando leches - digo saliendo de la habitación y Gavi me sigue.

- ustedes dos siempre llegando tarde - dice Pedri al vernos sentarnos - menos mal que Luís no se ha dado cuenta que sino madre mía.

- cállate ya - le dice Gavi.

En el desayuno cada uno va un poco a lo suyo. Hoy es un día importante para todos nosotros y los nervios ya se empiezan a notar de buena mañana.

- os voy a dejar la mañana libre para que no esteis muy nerviosos. - nos dice el míster, todos asentimos y nos ponemos de pie.

- ¿qué vamos a hacer? - pregunta Gavi.

- vamos a coger las bicicletas y salimos a dar un paseo por aquí cerca. - dice Eric.

Cogemos las bicicletas que estaban en el parking atadas con los candados y damos un paseo por aquí cerca.

En todo el camino de aquí a allí y de allí a aquí. De nuevo de camino al hotel no hablamos del partido, bastante tenemos ya con que dentro de unas horas jugaremos.

Al llegar al hotel algunos suben a las habitaciones a descansar. Yo por mi parte cuando estoy muy nervioso no puedo subir a descansar por mucho que yo lo intente y quiera me es imposible. Así que voy al gimnasio interior del hotel que se encuentra justo al lado de la piscina interior y me pongo a hacer algunos ejercicios. Paso bastante tiempo corriendo en la máquina.

- Nico, vamos que es la hora de comer - me dice Pedri y yo asiento mientras paro la máquina.

No sé cuanto tiempo habré estado aquí pero ha tenido que pasar un poquito de tiempo estoy seguro.

Nos acercamos a echarnos los platos de comida. Por mi parte, me echo ensalada y arroz con pollo.
Si el desayuno ha estado que los nervios se notaban en el ambiente, ahora es peor aún, ahora nadie habla. Todos tienen la mirada fijada en su plato no nos atrevemos ni a levantar la cabeza.

Los técnicos nos avisan que debemos de ir a preparar las cosas que nos vamos ya hacia el estadio.

Me siento junto a Gavi, Pedri, Eric y Ferran en los asientos traseros.
Me coloco los auriculares y me pierdo en mi mundo. Escuchar música me ayuda bastante a estar un poco más desconectado de todo y me ayuda a evadirme un poco.

- Nico vamos que te quedas ahí - me dice Eric.

Levanto mi mirada y ya esta prácticamente el autobús vacío. Sonrió en modo de agradecimiento y me pongo de pie para empezar a bajar del autobús.
Suelto un pequeño suspiro al ver que ya hemos llegado al estadio.

Estamos haciendo un campeonato excelente. Hemos eliminado a muchos rivales, y algunos de ellos favoritos para ganar el mundial. Pero nosotros lo hemos puesto todo y más para llegar donde estamos. En la ansiada final.

Final, que va a hacer muy complicada ya que jugamos con una de las favoritas, con la antigua campeona del mundial en el años 2018, con ni más ni menos que con Francia.

Por suerte, estamos sintiendo demasiado el apoyo de los españoles. El año pasado con la Eurocopa muchos fueron bastante críticos pero este año que estamos demostrando que venimos a llevarnos la copa a casa, esos críticos están subiendose al carro.

Entramos en los vestuarios y Luís nos da el once titular y algunas pautas para el partido.
No estoy en el once titular pero para mi llegar a la final y poder disfrutarla de verdad que es un montón para mi.

Antes de que comience el partido, los minutos previos, Luís nos da una charla y me quedo con una frase : " pase lo que pase, debéis de estar orgullosos por llegar aquí porque todos ahí fuera lo están".

Yo principalmente me siento muy orgulloso, y también sé que mis padres y mi hermana están muy orgullosos de mi. Y por supuesto que Vic está super orgullosa de mi. Cuando hablé con ella antes de montarme en el autobús me dijo en palabras textuales : hoy vais a ganar, y tú vas a meter el gol de la victoria.

Aplaudimos y salimos de los vestuarios.

- Nico vas a salir por Rodri, se ha lesionado. - Me dice uno de los técnicos.

Yo asiento y empiezo a prepararme para salir. Miro el marcador y estamos en el minuto 35 y el partido va cero a cero. Han habido ocasiones de ambos equipos pero no demasiada fortuna.

La primera parte acaba y vamos de nuevo dentro.

- seguir así chicos lo estáis haciendo de maravilla - nos dice Luís.

A los quince minutos volvemos a salir al césped y empieza la segunda parte.

Queda poco tiempo para llegar al minuto noventa, unos dos minutos. Estamos en el 88 cuando veo a Gavi controlar la pelota con el pecho, se la pasa a Pedri. Pedri se acerca más al área y yo me meto por ahí. Pedri me centra la pelota, pego un leve salto del suelo y remato de cabeza haciendo que la pelota entre en la red.

Me voy corriendo a celebrarlo junto a mis compañeros, intento localizar a Vic y cuando la tengo localizada, le mando un beso y hago una V.

El árbitro pita el final del partido y yo me tiro al césped mientras lloro y mis compañeros se amontonan en lo alto mía. Siento una felicidad inmensa. Campeones, somos campeones del mundo.

Levantamos la copa y estoy flipando, ¿Quién me iba a decir a mi que yo también sería el encargado de ayudar a levantar la copa del mundial?

- te lo dije, mi amor - me dice Vic cuando la tengo entre mis brazos.

- te amo, te amo y te amo - digo besando sus labios.

- eres mi campeón.

Rayito de luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora