once

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Narra Victoria.

Acabo la clase de ballet y me quedo la última con Lea quitandonos las zapatillas de danza clásica de media punta.

- ¿tienes algo que hacer hoy?

- a las cuatro y cuarto juega Nico.

- ¿juegan aquí? - me pregunta y yo niego.

- juegan en Pamplona. - digo y ella asiente. - ¿Quieres venir a mi casa a ver el partido? - sugiero.

- venga vale, que hace mucho que no veo un partido.

Salimos de la clase y nos montamos en su coche.
Llegamos a mi casa y me bajo del coche.

- Lea quédate a comer es una tontería irte y después volver.

- no quiero molestar.

- no molestas. Además no sé si habrá alguien.

- bueno está bien.

Entre las dos hacemos la comida y cuando esta acabada, comemos mientras vemos el partido de antes del Barca. Que es el Villarreal contra el Rayo Vallecano.

- ¿tú eres del barca? - me pregunta Lea.

- no soy de ningún equipo en concreto. Suelo ver muchos partidos pero no soy de ningún equipo en especial. Pero yo apoyo a Nico, y si el barca gana pues me alegro por él.

A las cuatro y cuarto empieza el partido. Y Nico esta titular.

- Goooooooool.

Gavi con una asistencia llena de magia y calidad le pasa el balón a Nico para que meta el primer gol y así lo hace Nico.

Cuando acaba de celebrar con sus compañeros se gira y hace una V con sus dedos.

Dos minutos después empata el Osasuna.

- pues si que ha durado mucho la alegría - dice Lea y yo asiento.

El barca lleva una racha un tanto complicada, los partidos no están saliendo bien y no es el barca que se veía antes. La marcha de Messi se nota demasiado.

Finalmente el partido acaba 2 a 2. Pero la verdad es que algo bueno ha habido, y eso ha sido el gol de Nico. Que es su primer gol con el primer equipo.

Casi una hora más tarde, recibo una llamada de Nico en la que me cuenta lo contento que esta por haber metido el gol. Pero también está un poco desilusionado porque el equipo no haya conseguido llevarse los tres puntos. Pero al menos, tampoco ha sido una derrota y no se van de vacíos.

Lea se ha tenido que ir a las siete y media de la tarde ya que trabaja en un pub y empieza a trabajar a las nueve de la noche. Y debe de prepararse para ir al trabajo.

Por mi parte me quedo en casa acabando unos trabajitos y ordenando mi habitación que últimamente era un poco desastre.

Escucho el timbre de casa y voy a abrir, mis padres han llegado del trabajo hace relativamente poquito, mi padre ha ido a hacer la compra al supermercado y mi madre está duchandose. Por lo que no me queda más remedio que ir yo a abrir.

- Victoria, ¿te vienes a dar una vuelta? - me pregunta Atenea. - Voy con algunos amigos y quiero que tú también vengas.

- Atenea no los conozco y me da un poquito de vergüenza.

- venga vamos que así haces más amigos Vicky.

- bueno déjame que me cambie.

- venga vamos.

Las dos entramos a mi habitación y me cambio de ropa por algo más formal que no sea el pijama que llevo.

Llegamos a un pequeño pub en el que hay gente pero no demasiada. Podría contarse unas doce mesas perfectamente. En una de ellas hay tres chicas y un chico y ahí es donde nos estamos acercando.

- Victoria, ellos son Laia, Cora, Carmen y Jesús.

Tomamos unas cervezas mientras conozco un poco mejor a las amigas de Atenea. Son compañeras de ella.
Las amigas de Atenea me han caido bastante bien, son majas y buenas, pero él chico, Jesús, no me ha caído muy bien que digamos. Es muy pesado y no hay momento en la que no habrá la boca para hablar.

- Vicky, si en algún momento te quieres ir, nos vamos eh - me susurra Atenea.

- no te preocupes Atenea estoy bien.

Jesús se sienta al lado mía y empieza a hablarme. La verdad es que no le estoy escuchando mucho. Estoy más bien asumida en mi mundo.

- Jesús, ¿te gusta Atenea? - pregunta Cora.

- es una chica guapa.

- pues tiene novio - responde Atenea.

- voy a salir a fuera un momento. - le digo a Atenea y asiente.

Salgo fuera a tomar un poco el aire porque este chico me está desesperando. No para de tirarme fichas y yo no le doy pie con bola. Y eso que Atenea le ha dicho que tengo novio, pero él sigue con el tema.

- pero que bombón tenemos aquí - escucho y me doy la vuelta.

- Nico, me has asustado - digo y el se ríe. - No hace gracia.

Abre sus brazos y me cuelo entre ellos para abrazarle.

- enhorabuena por el gol.

- ¿te ha gustado?

- por supuesto que si. Ha sido una jugada extraordinaria.

Me levanta del mentón y me besa.

- ¿y tú que haces aquí sola?

- el amigo de tu hermana no para de tirarme fichas.

- ¿Jesús?

- ese mismo si.

- siempre me ha caído mal. - Responde y yo rio.

- solo lo conozco de unas horas y me cae mal, muy mal.

- ¿vamos para dentro?

- si, que empieza a hacer frío.

Los dos entramos y Nico se sienta al lado de su hermana y al otro lado de mi.

- bueno, ¿y quién es tú novio? ¿ Lo conozco? - me pregunta Jesús y yo ruedo los ojos.

Miró a Atenea que se ríe, y después miró a Nico que lleva una cara de asco ahora mismo increíble.

- ¿o no tienes? - vuelve a preguntar.

- si que tiene - contesta Nico. - Y lo tienes aquí delante chaval.

Él abre sus ojos sorprendido y agacha la cabeza. Las chicas estallan a reírse, y yo miro a Nico con una sonrisa.

- y nosotros nos vamos yendo ya. - dice Nico y coge mi mano. - Que hartura de chaval - exclama Nico mientras nos montamos en su coche.

- y que lo digas.

- era una lapa.

Cuando llegamos al barrio donde vivimos ya es muy de noche.

- Nico, ¿te quedas a dormir conmigo?

- eso ni se pregunta.

Los dos subimos a mi habitación. Nico se mete en boxers en la cama mientras que yo me pongo el pijama. Me acuruco en su pecho y poco a poco me voy quedando dormida con las suaves caricias que deja por mi piel.

Rayito de luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora