Rayito de luz

nueve

Narra Victoria.

Mis nervios me consumen me siento abrumada pero a la misma vez con muchas ganas de subirme al escenario y dejarme llevar al ritmo de la música clásica. Siento una mezcla de emociones que ahora mismo no sabría explicar.

Tengo un poco de miedo, ¿y si defraudó a alguien? ¿Y si mis padres no están orgullosos de mi? ¿Y si algo sale mal?

Estoy completamente sumergida en esos pensamientos negativos hasta que escucho mi nombre y veo a una compañera justo enfrente de mi mirándome con cara de ¿pena? ¿circunstancia? ¿preocupación?

- Vicky ¿te pasa algo?

- solo respondeme a una pregunta - le digo.

- ¿cuál?

- ¿crees que lo haré bien?

- Vicky, si eso es lo que te preocupa ya puedes despreocuparte porque te va a salir fenomenal, tienes un talento brutal y brillas como la que más. - dice sentándose a mi lado. - Todos pero todos van a estar orgullosos de ti, si tú sirves para estar en los mejores campeonatos del mundo de ballet.

- gracias Lea.

- y que sepas que el chico ese, tu amigo o lo que sea, también va a estar orgulloso de ti - dice haciendo referencia a Nico.

Me rio y ella sonríe. Podría decirse que Nico y yo estamos en un punto que ni yo lo sé en verdad como estamos. Depende de los días, hay días que estamos muy bien y hay días que es mejor que ni hablemos.

- chicas preparadas que salimos en cinco minutos.

Los cinco minutos más lentos de mi vida, cinco minutos que son decisivos, últimos minutos para calmarnos, para relajarnos, respirar y saber la que nos espera cuando salgamos al escenario.
Mis compañeras y yo nos damos un fuerte abrazo antes de salir.

Cuando menos me doy cuenta estoy en el escenario. El telón está cerrado y la orquesta de ópera se prepara para comenzar.
Nos hacen una señal y aquí comienza todo.

La actuación acaba y yo me siento como si hubiese volvido a nacer, no siento nervios, lo que siento es mucha paz interior, felicidad y calma. Sin darme cuenta, estoy llorando mientras seguimos en el escenario. El público estalla en aplausos y eso hace que sonría. Miro a mis compañeras y están igual que yo, con lágrimas de emoción y con una sonrisa de oreja a oreja en el rostro.

Damos las gracias al público y volvemos a los camerinos. Cuando llegamos a estos, nos abrazamos entre todos y gritamos mientras saltamos.

- lo has hecho Vicky - me dice Lea y yo sonrío. - Has estado increíble.

- hemos estado que aquí todas somos un equipo.

- daros prisa que os esperan vuestras familias - nos avisa nuestra profesora.

Salgo la última junto a Lea, estamos las dos haciéndonos fotos con su móvil y dejamos de hacerlo cuando escucho aplausos delante de mi.

Levanto la mirada y ahí están mis padres, mis amigos de A Coruña, Atenea y como lo prometió, Nico. Y también están Pedri, Nico y Eric.

Me dejó abrazar por todos hasta que finalmente llegó a brazos de Nico.

- nunca había visto a una persona que brillase tanto - susurra dándome un beso en la mejilla.

- no digas eso Nico, que no es nada de otro mundo.

- haces magia y no me digas que no. - Dice mirándome.

- no te voy a decir nada porque no voy a pelear.

Él se ríe y asiente para después dejar otro beso en mi mejilla.