Yinn Oscuro.

Hora de la verdad.

Tori.

Es temprano por la mañana y yo estoy muy ocupada desde hace un par de horas tratando de organizar un desayuno ideal para dos, además de pensar en un montón de actividades románticas para demostrarle a Jade que voy enserio con mi propuesta de conquistarla.

Gracias al universo a pesar de la tremenda borrachera que me metí recuerdo de cada palabra que le dije a la genio a noche, supongo que por la adrenalina de hacerlo al fin hasta la borrachera se me bajo, en fin ella fue muy clara conmigo sobre lo que piensa de nosotras y aunque sus palabras no fueron muy alentadoras de alguna manera ahora se que no le soy del todo indiferente, ella siente algo por mí... no sé qué pueda ser pero saberlo me hace muy feliz, ahora tengo que mover rápido mis fichas sin desperdiciar oportunidades y tal vez con mucho mas que suerte lograre hacer realidad mi mas grande sueño, ganarme un lugar en su corazón.

Después de que hablamos o mejor dicho discutimos ella se fue sin decir nada, ni siquiera miro atrás un segundo... salió directa al medallón, por un momento después de verla irse entre en pánico por lo que había hecho hasta que me di cuenta de todo lo que logre en una sola noche, ella me está dando una oportunidad de oro para demostrar lo que siento, sobra decir que casi no dormí pensando en todo lo que puedo hacer para lograrlo, en su lugar después de una siesta incomoda en el sillón me fui directo a la regadera para bajar por completo los estragos del alcohol que desde ahora quedara limitado a solo una o dos copas de vino en las cenas por petición de mi futura novia.

Despejo mi agenda completa del día dejándole los pendientes que no son tan importantes debido al retraso de los proyectos a André y a Cat, confió en ellos... sé que estarán bien un día solos, ahora es importante que los detalles que tenga para Jade no sean cuestión de dinero porque sé que eso no le interesa, tengo que recordar detalles mas personales de cosas que le gustan, es complicado por que casi no hablamos de esas cosas pero en este corto tiempo tiempo he aprendido a observarla con atención y gracias a eso se que le gusta el café turco muy caliente por las mañanas junto a algo de fruta y cosas con chocolate o el yogurt natural con miel... se sus flores favoritas pero estaría repitiendo mucho ese gesto y no quiero quemarlo, le gusta ver películas de miedo, yo las aborrezco pero por lo regular finjo no asustarme tanto cuando las vemos, hasta ahora no hemos bailado juntas eso podría usarlo... que mas? las cenas con velas y vino le gustan, los libros sobre todo últimamente las novelas de drama y ficción... lo que más le gusta sin duda es el sexo pero no creo que eso sea bueno para demostrar que lo que siento es real así que queda descartado.

Después de horas de planificación, café, aspirinas, remodelaciones rápidas en casa y muchas llamadas con Cat por fin llego al plan perfecto, no es nada ostentoso solo ambas compartiendo tiempo de calidad con bocadillos, bebidas, platicas, tal vez libros y música al aire libre o casi... así es mi gran idea es una gran cita, quizás con un picnic en el jardín trasero de la casa que adorne con luces y una fogata pequeña para el anochecer, ojala que pueda lograr que lleguemos a ese momento sin que me mande al diablo antes.

Pasa del medio día y mis nervios aumentan a cada segundo, pero no hay rastros de que Jade este por la casa o de que este despierta lo que hace que me preocupe de nuevo por su salud, pienso por un momento en que debería dejarla seguir descansando todo el día hasta que me doy cuenta de que si la dejo probablemente piense que preferí la vía rápida de olvidar y eso no va a pasar... decido cambiar mi ropa otra vez por una más cómoda algo casual, pantalones de mezclilla sencillos en color claro, unos tenis  y una camiseta negra de manga larga algo clásico.

Una vez con la ropa adecuada llevo la bandeja adornada con una única flor blanca y con comida a la recamara para llamarle y comer juntas para que pueda contarle sobre los planes del día.

Llega el momento de la verdad, tomo el amuleto en mis manos con delicadeza como si se tratara de una de sus manos y le pido amablemente que salga, todo se mantiene en calma por unos segundos que me parecen eternos pero ella sale en su clásica bruma y con su reveladora además de distractora bata característica de descanso... sin poder controlarlo trago grueso al verle cínicamente las piernas descubiertas, tan rápido como puedo retiro la vista de su cuerpo regañándome silenciosamente por no poder reprimir mis impulsos de observarla, luego de recobrar la compostura con la mirada divertida de la castaña sobre mi es que me obligo a articular palabras.