Capítulo 2

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Diez días habían pasado y el estado de Drew era siempre el mismo.

Sus signos vitales parecían en orden, todo estaba perfecto a excepción de que no despertaba, ni siquiera se movía. El único movimiento que emitía era cuando su pecho se alzaba y descendía al respirar.

Thaiel seguía junto a él, cuidándolo, cada día desde que esto había ocurrido. No se había movido de su lado a excepción de una o dos veces que sus amigos lo habían obligado a que fuera a casa a descansar y a comer algo, por lo menos unas horas.

Su aspecto era cada vez peor, su cabello rubio estaba alborotado, sus ojos azules tenían ojeras debajo de ellos y un poco de barba estaba apareciendo en su rostro. Parecía alguien diferente.

Tom se depositó sobre uno de los asientos, junto a él se encontraba Jack acompañado por Luke. Miraban a Thaiel con una expresión preocupada. Obviamente sus amigos estaban más que intranquilos por Drew, pero ahora la salud de Thaiel se había vuelto un tema para tener en cuenta. No se encontraba bien. Vivía asustado, no comía, no tenía ganas de hacer nada y su buen humor habitual había sido reemplazado por una mueca de tristeza y rabia.

Otra de las cosas, Thaiel aún no conoce al hombre que chocó a Drew. Aunque fuera un accidente todos sabían que si veía a ese tipo probablemente lo asesinaría, así que mejor era no arriesgarse por ahora. Hasta que por lo menos Drew despertara y lo hiciera entrar en razón, como siempre.

Ana apareció en la habitación llevando en su mano derecha una bandeja repleta de cafés y en su otra mano llevaba una bolsa repleta de donuts.—Buenos días.—Saludó mientras dejaba su bolso en el perchero de la habitación.

—Buenos días.—Soltaron a coro los contrarios.

—¿No ha venido Zac?—Preguntó Luke.

Ella negó con la cabeza mientras se acercaba a Thaiel.—No, mucho trabajo, vendrá en unas horas.—Se arrojó en un asiento junto al joven y le ofreció un café, él lo aceptó. Le colocó una mano en el hombro dándole contención y apoyo. Él rubio le dio una pequeña sonrisa la cual se vio muy forzada.—¿Novedades?

Thaiel negó con la cabeza sin apartar la mirada de Drew.—Nada.—Susurró.

El dolor seguía en el pecho de la joven al recordar la secuencia del momento del choque. Ella ni se dio cuenta de cómo ocurrió, solo supo que iba cruzando la calle, en un momento preciso sintió la mano de Drew sobre su brazo apartándola y el golpe del impacto. La desesperación al ver a su mejor amigo en el suelo inconsciente, los gritos tratando de reanimarlo, las lágrimas que caían de sus ojos mojando el pálido rosto de Drew. Algo que sería mejor olvidar, pero en esa situación era imposible.

Thaiel sostenía la mano de su pareja con fuerza, el temor lo inundaba, ¿Qué tal si nunca despertaba? ¿Qué tal si sus ojos cafés no volvían a encontrarse con los de él una vez más? ¿Y si no volvía a ver esa sonrisa que lo completaba? ¿Si no volvía a escuchar su voz que lo hacia sonreír? Todo se perdería en él, absolutamente todo.

No podía dejar de pensar en lo que podría ser.

—Thai—La voz de Jack lo trajo a la realidad, levantó el rostro encontrándose con el de su amigo.—¿Quieres ir a comer algo o a descansar? Hace tres días que estas aquí.

El otro chico negó con la cabeza.—No, no quiero dejarlo.

—Por favor Thai, debes descansar, te hará bien.—Ana se sentía de la misma forma con respecto a la salud mental de su amigo. Si seguía así caería en un pico de depresión.—Te haré saber si hay algún cambió.

Otra negación se produjo, sus amigos sabían que no sería fácil moverlo, mucho menos ahora que habían pasado tantos días y Drew no despertaba ni mostraba indicios de eso. Además el medico no les daba mucha ayuda que digamos y la preocupación era cada vez mayor entre ellos.

La puerta se abrió, Sam apareció seguida de su pequeña hija Tania, su cabello castaño atado en un moño y su cuerpo atrapado en un pequeño vestido rosado la hacía lucir más dulce de lo que ya era. Seguramente si Drew hubiera estado despierto le hubiera dicho lo hermosa que estaba.

La pequeña niña corrió hacia Thaiel, este intento fingir que todo estaba bien pero le era imposible. Tania le dio una sonrisa contenedora, las lágrimas se formaron en los ojos del mayor.

—No llores tío.—Le secó algunas lágrimas con sus pequeñas manos.—Seguramente el tío Drew despertará pronto.—Una dulce sonrisa se deslizó por el rostro de la niña.

"Tío" ese era al apodo que le había dado ella a lo largo de los años, el chico recordó que la primera vez que lo dijo sintió que su corazón latía fuertemente por la emoción.

—Sí Tan, seguramente.—La pequeña volvió a sonreír, el dolor en el pecho de Thaiel fue mayor, Tania era idéntica a Drew, el color de su cabello, de sus ojos, algunos gestos que hacia eran iguales. Era como tenerlo aquí pero no completamente.

Sam tomó a su hija en brazos y la acercó a su tío, el cual seguía durmiendo plácidamente. La niña comenzó a hablarle, le contaba cómo le había ido en el día, lo que había almorzado y un par de cosas más.

El recuerdo de cuando Tania y Paris se habían conocido se cruzó por la mente de Thaiel.
Recordaba a su hermano diciendo que ni soportaba a la pequeña, debido a que era muy traviesa y no hacía más que volverlo loco. Pero ahora cada vez que ve a Tania quiere estar el mayor tiempo posible con ella.

Paris. Aún no le había contado a su hermanito menor lo ocurrido, no quería decírselo. Paris quería muchísimo a Drew y el enterarse de esto solo le heriría y no quería eso, no quería ver a su hermanito llorar y menos en este momento que él estaba destruido prácticamente.

Tania dejo de hablar, cuando la puerta volvió a abrirse, era Matt—Hola.—Saludó, todos respondieron. Traía en su mano una bolsa la cual entrego a Thaiel, esta estaba caliente, en su interior había comida.—Sabía que no querrías salir de aquí, así que te traje esto.

Thaiel le dio una sonrisa.—Gracias hermano.
Dejó la comida a un lado, en realidad no tenía mucha hambre ahora pero de todas formas apreciaba mucho el gesto. Además acababa de tomar un café y con eso tenía para un rato.

—¿Cómo está?

—Normal.—Comenzó Ana.—Todo en orden aunque no...—Justo en ese instante la voz de la joven fue interrumpida.

Drew se estaba moviendo incómodamente, como hacia cada mañana cuando tenía que despertar para ir a trabajar. Emitió un leve sonido que se escapó de sus labios y lentamente abrió los ojos.

Todos en la sala corrieron hacia él acercándose, casi sin dejarle espacio, enmudecieron.

Estaba despierto.

***

Secrets.

Memorias. /Yaoi/ [Finalizada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora