Capítulo 33

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El día había llegado.

La gente estaba reunida en el inmenso jardín de los dueños de aquella mansión en la que todo se llevaría a cabo. El día estaba precioso y para su suerte el clima bastante agradable. El cielo despejado y ni siquiera había viento, era el día perfecto para cualquier festejo.

Thaiel juntó un poco de agua que caía de la canilla del baño y se mojó el rostro por completo. Estaba vestido con un esmoquin negro que se ajustaba perfectamente a su cuerpo. Su cabello brillante y desprendía un aroma varonil de aquella colonia que le había regalado su madre. Tendría que ir a presentarse con la familia de Vanessa pero tenía miedo, ya que todos sabían que él era la carnada en esta pesca y el chico los imaginaba como tiburones con dientes afilados dispuestos a atacar.

Y por otro lado, no quería ver a sus padres, a Paris, también a Clara que estaba presente en esta ocasión no tan especial. Al resto de su familia. Y por último a sus amigos. Aquellos que lo acompañaron en cada momento desde que se había enamorado de Drew hasta ahora. Ellos sabían que era todo una mentira, pero ver la decepción oculta en sus rostros sería lo más doloroso.

Un pequeño golpe lo sacó de sus pensamientos.
—Thaiel—La voz inconfundible de Jack se escuchó del otro lado.—Te están buscando allí afuera. Tienes que salir.

Thaiel abrió la puerta encontrándose con su amigo vestido con un traje gris muy elegante.—Sí, lo sé.—Le dio una pequeña sonrisa llena de dolor. Jack colocó una mano en el hombro de su amigo dándole consuelo.—¿Ha venido?—Preguntó el pelirrubio.

Su compañero negó.—No creo que venga, Matt nos dijo que ni siquiera quiso levantarse de la cama.

Un dolor atacó el pecho de Thaiel.—Hizo lo correcto.—Tragó saliva.—Me acobardaría mucho si lo viera rondando por aquí.

Una boda. ¿Qué es una boda? Es el momento en que unes tu vida con la de alguien más para siempre. Normalmente es un momento feliz. Primero viene el compromiso, ese en el que la otra persona se arma de valor para pedirle matrimonio al ser que ama. Jugandose todo su orgullo y autoestima en una sola respuesta. Si se tiene suerte probablemente diga que sí, y si eso ocurre vendrá la boda. Thaiel recuerda haber ido a una que otra. Él siempre veía como los ojos del hombre que esperaba a la joven que caminaba por el pasillo se iban agrandando mientras ella se acercaba. Siempre se removía nervioso y entregaba una sonrisa ansiosa y enamorada. Sus ojos solo reflejaban eso, amor. Amor en su forma más pura y bella. Pero en esta situación lo único que reflejarían los de Thaiel, es odio y miedo. Porque la persona que caminará hacia él no es Drew, sino Vanessa.

Caminaron en silencio hacia el jardín donde todos estarían esperándolo.

La música de la banda situada en el quiosco del jardín resonaba por los parlantes. Había muchísima gente vestida elegante, todos tomaban aperitivos de las mesas ubicadas en los extremos o de los mozos que ofrecían comida o bebidas de la barra junto a la casa.

Al otro extremo se encontraban reunidos la familia de Thaiel junto a sus amigos. Todos tenían una mueca de tristeza que se borró cuando lo vieron llegar, todos le sonrieron. Con falsedad pero aún así.

—Luces genial.—Lo algo Ana fingiendo estar feliz. Thaiel asintió agradeciéndole.

La incomodidad entre ambos era evidente, el silencio gobernaba hasta que una voz irritante apareció en escena. Era Amanda acompañada de una mujer de cabello negro corto, delgada y vestida con un traje color crema.—¡Oh Thaiel, que bueno que te encuentro cariño!—Amanda lo miró de arriba a abajo.—Te ves muy elegante. Vanessa no podrá rechazarte.—Acercó a la mujer a su lado.—Thaiel, quiero presentarse a mi hermana. Estela, él es Thaiel mi futuro yerno.

Memorias. /Yaoi/ [Finalizada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora