Memorias. /Yaoi/ [Finalizada]

Capítulo 16

Viernes por la mañana.

Los colores de la primavera ya iban apareciendo en el paisaje matutino de Boston. Los arboles iban llenándose de hojas, las flores iban creciendo y el viento que soplaba no era igual de frío que el de meses atrás, pero aún así no había una temperatura calurosa.

Thaiel llevaba un café en su mano izquierda mientras que con la otra conducía lentamente, ya que no había mucha gente en la calle. El sonido de la voz del locutor de radio informando las noticias inundaba el interior de la camioneta, aunque la mente del chico detrás del volante estaba en otra parte menos ahí.

Estaba yendo a casa de los Anderson, tenía que ir a buscar a Drew ya que hoy tenía cita con su médico. Ana lo había llamado diciéndole que se encargara de llevarlo ya que el doctor Meason también quería verlo a él. ¿Por qué quería verlo? Esa pregunta estaba presente en su cabeza.

Dobló en la esquina y estacionó frente a la casa, no se bajó del auto pero sí le envió un mensaje a Drew diciéndole que estaba esperándolo afuera. Instantáneamente vio como este salía del lugar cerrando la puerta detrás de él, caminaba hacia su camioneta y se subía en ella. Su cabello seguía alborotado, tenía pequeñas ojeras bajo sus ojos y lucía como si se hubiera despertado hace apenas unos minutos.

—Buenos días—Saludó cuando se depositó en el asiento junto a Thaiel.

—Buenas.—Le dio una sonrisa mientras que el menor pasaba el cinturón de seguridad a través de su cuerpo y lo abrochaba.—¿Listo?

Drew asintió silenciosamente y el vehículo cobró vida nuevamente.

Thaiel sintió que volvía al pasado, a ese tiempo en que tanto Drew como él iban de paseo o a cualquier lugar en esta camioneta como si nada. ¿Quién diría que esos recuerdos insignificantes hoy se convertirían en su todo? Porque eso era lo único que tenía, memorias pasadas de sucesos diarios que eran igual de importantes como los recuerdos trascendentes. Ahora mismo tenía que recordar eso y apreciarlo muchísimo.

—¿Cómo has estado?—Sacó conversación Thaiel sin apartar la vista del camino. Drew despegó los ojos de la ventanilla de pasajero para centrarse en el chico a su lado.

Se encogió de hombros.—Normal, no ha cambiado nada.—Suspiró.—No recuerdo a Zac y todavía no termino de entender quién eres tú.

Cada vez que Drew quería averiguar quién era Thaiel, él se sentía feliz por eso, extasiado más que feliz. Amaba eso. Pero a la vez lo ponía nerviosísimo ya que tenía miedo de hablar de más o de desesperarse y decir algo de lo que se pudiera arrepentir luego.

Asintió en silencio y no dijeron nada más el resto del viaje.

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—El doctor los atenderá en unos momentos.— Dijo la chica de cabello rojo detrás del escritorio de mármol en la recepción.—Consultorio diez.

Drew y Thaiel caminaron hacia la pequeña sala de espera que había a unos metros de ahí. Prácticamente estaba vacío, aunque había dos chicas las cuales estaban hablando entretenidamente además de ellos.

Ambos jóvenes se depositaron en los típicos sillones de sala de espera frente a la típica mesita de café que estaba repleta de las típicas revistas de hace más de veinte años.

Ninguno de los dos se hablaba, sino que Drew estaba embobado en su teléfono y en cambio Thaiel no dejaba de dudar si la causa por la cual estaba tan entretenido con ese aparato sería Lea. Trató de acercarse para ver sin que el menor lo notara, parecía un chismoso, pero tenía que comprobarlo. Movió su cuerpo un poco más y sus ojos se centraron hacia el celular fingiendo que lo hacía distraídamente. Y sí, efectivamente el contacto que aparecía en Whatsapp era Lea. ¡Maldita sea! Tenía que actuar rápido.