La música en la disco era ensordecedora, la gente a su alrededor bailaba, brincaba o simplemente charlaba en la pista de baile. Las luces cegadoras iluminaron sus ojos cafés haciendo que los entrecerrara. Ana estaba depositada en una mesa un poco más alejada hablando con un chico de cabello oscuro. Drew se acerca hacia ellos llevando unas bebidas en la mano mientras que Ana le hace una pequeña seña indicando que se apurara.
-Mira a quién me encontré, Drew-Sus ojos se posan en el chico.-Es Zac.
-Hola Zac.-Se depositó en el taburete-Supuse que estarías con Matt.
Le dedica una sonrisa coqueta a Ana antes de hablar.-Nah, no pude ir, tu hermano está loco como para seguir de vacaciones. Aunque creo que estaba detrás de una chica, algo así.
Después de un poco más de charla Drew ve como el chico invita a bailar a su mejor amiga, esta acepta encantada e inocente pensando que Zac no la mira de esa forma. Drew asiente y el otro chico levanta su pulgar en gesto de aprobación mientras guía a la joven hacia la pista.
Los ojos de Drew se abren asustados, un dolor ataca su cabeza como cada vez que un recuerdo volvía a esta. Mareado se coloca de pie y mira la hora, eran las nueve A.M. En unas horas Thaiel se pasaría por aquí para venir a buscarlo y así pasar un día completo con él. Ahora que lo pensaba mejor, se sentía incómodo con eso después de todo lo ocurrido ayer con Lea.
Va hacia el baño abriendo la ducha y adentrándose en esta cuando toma temperatura. Lava su cuerpo con rapidez antes de cerrarla y encaminarse hacia su cuarto por algo de ropa. Cuando termina de vestirse, toma una mochila metiendo dentro su computadora portátil con su cargador, por si fuera necesaria en algún momento. Aunque no le cabía duda de que seguramente Thaiel tendría una.
Se la colgó en el hombro y bajó los escalones decidido a desayunar, su hermano estaba trabajando y Tania en el jardín de infantes así que solo estaba Sam en casa. Se la encontró sentada en la mesa del comedor entretenida con su desayuno y las noticias en la televisión.
-Buenos días.-Saludó el joven, ella le devolvió el gesto.
-¿Quieres desayunar?-Preguntó, el chico negó diciendo que no tenía hambre. Se depositó a un lado de su cuñada en la mesa y lanzó un suspiro al aire.-¿Por qué la mochila?-Señaló Sam confundida.
Drew miro hacia esta.-Oh, es que pasaré el día en casa de Thaiel-los ojos de la chica se abrieron sorprendidos pero al instante dio una sonrisa de satisfacción. Nada la hacía más feliz que escuchar aquello.
-Me alegro.-Sam tomó un sorbo de su taza de café sin dejar de mirar a Drew, este sabía que tenía una pregunta rondando en su cabeza, obviamente no la calló.-Y... ¿Qué tal te fue con Lea?-Una sonrisa se dibujó en los labios de Drew, la conocía tan bien.
Se encogió de hombros.-No lo sé, bien, supongo.
-Jack me dijo que lo viste.-Murmuró Sam.
Drew se tensó instantáneamente, el recuerdo de lo sucedido ayer por la tarde estaba palpitante. No pudo haber encontrado a sus amigos en peor situación que esa, aunque no entendía porque sentía que estaba equivocándose. No se daba cuenta en lo que estaba errando. Pero aquel beso había tenido un sabor nunca antes probado, algo diferente a lo usual, pero no se había sentido agradable o relajante para nada-¿Te dijo algo más?-pregunto Drew.
-No, solo que vio que estabas con Lea y parecían llevarse muy bien.-Que jodida situación.-¿Ocurrió algo?
Mentir era lo mejor para todos.-No, nada. - Olvidaron el tema por ahora.
Dos horas después, el sonido del timbre retumbó en toda la casa. Sam corrió hacia la puerta recibiendo a Thaiel el cual se lo notaba relajado, sonriente, parecía el mismo de meses atrás. Ingresó después de saludar a la joven la cual también se veía alegre y ambos esperaron a Drew el cual estaba guardando lo último en su mochila. Aunque no sabía bien si todo eso que llevaba sirviera de algo.
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Memorias. /Yaoi/ [Finalizada]
RomanceLa realidad se difumina y todo se convierte en memoria. Hasta tú, poco a poco, has dejado de ser un deseo y te has convertido en un recuerdo. "Segunda parte de la novela Negación"