Capítulo Cuarenta Y Dos

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— ¿Qué pasa, Dove? — preguntó con voz ronca Romeo.

— Es Lance... él está... no sé qué le pasó, pero él está... — la respiración parecía faltarme.

Romeo pareció despertar en ese intante, porque la cara de dormido desapareció y rápidamente corrió a la habitación de Lance, yo lo seguí, cuando llegamos, Romeo se sentó junto a él.

Empezó a indicarle cómo respirar mientras la habitación se llenaba de chicos.

— ¿Qué le pasó? — preguntó Harvey.

— No lo sé, yo sólo... él sólo... — respondí, nerviosa.

— ¿Y por qué estás así vestida? — preguntó Flynn.

— Eso no te importa — le reproché.

— Mejor dinos porqué le pasó eso a Lance — escuché a Xander.

— Él estaba jugando con mi cabello y le dije que mejor fuéramos a dormir porque se estaba comportando como... — mi mirada se posó en Heister y luego la pasé por los demás — un idiota y luego murmuró que él no era así y que...

— Debe ser por las mierdas que consume — vociferó Heister.

Le di una mala mirada y me agaché junto a Romeo y Lance.

¿Está mejor? — pregunté mirando a Romeo — ¿Estás mejor? — dije mirando a Lance esta vez, poniendo mi mano en su hombro.

Lance asintió y se puso de pie al igual que Romeo y yo, dio un suspiro y aclaró su garganta — Tienes razón, Dove — murmuró sin siquiera mirarme a la cara — y lo siento, te haré caso y entraré en rehabilitación en cuando se termine el semestre — me miró brevemente y volvió su vista al piso — en serio, en serio, perdón, yo no... yo no quise hacerte sentir... — me miró directamente a los ojos —... así.

— ¿Qué? ¿Cómo te hizo sentir, Dove? — escuché la voz de... Daxon o Dexter.

Volteé a verlos a ambos, Daxon estaba viendo con tristeza en sus ojos a Harvey, mientras que Dexter tenía su vista fija en mí.

Lo miré de arriba a abajo y volví mi vista hacia Lance — Lo importante es que reconociste tu error y que te destuviste antes de que las cosas pasaran a peores — puse una mano en su hombro — que descanses, Lance.

— ¿No te quedarás conmigo? — la mirada de cachorro con la que lo preguntó me hizo flaquear.

Negué con la cabeza — Resulta que no tengo porqué huir de mi propia habitación, si alguien debe irse es él, no yo, pero como en este lugar hay un patriarcado de mierda — le di una fugaz mirada a los chicos, en especial a Dexter—, lo más probable es que termine llendo a cualquier otro lugar y no aquí... pero a quien le importa ¿verdad? Ni siquiera se molestaron en comentarme que él venía a invadir mi espacio — sentí un nudo en la garganta y mis ojos empezaron a arder — yo ni siquiera quería quedarme aquí en primer lugar, preferiría vivir debajo de un puente si ser violada no fuera una posibilidad — mi vista ya estaba borrosa, las lagrimas iban a caer — por eso me he postulado a las universidades más lejanas de este lugar, porque no quiero tener contacto con ninguno de ustedes.

— Dove... — escuché a Flynn   murmurar.

Volteé a verlo y lo encaré — A ti te detesto, desearía que no hubieras nacido y espero que tu futuro sea peor que el mío, pudrete — lo empujé a él y a otros dos chicos que impedían mi salida, posteriormente me dirigí a mi habitación.

Era muy común en mí guardar mis sentimientos, compartir lo que sentía no era algo que hiciera  constantemente, cuando las personas sabían como me sentía era porque había tocado fondo y ocultarlo era como intentar tapar el sol con un dedo, pero ahora mis sentimientos se habían desbordado y ya no habría vuelta atrás, me había abierto a esos chicos y ya no podia quedarme un minuto más.

¡Una gorda en Kingma Beta! (+16)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora