¡Una gorda en Kingma Beta! (+16)

Capítulo 16

Lance tenía los ojos hinchados y rojos, las mejillas llenas de lagrimas y la mirada perdida, sus manos temblaban mientras sostenía el cigarrillo. No sabía si se había dado cuenta de mi presencia, pero retrocedí en cuanto pude.

— Dove — mi nombre sonó tan ... quebrado.

Me acerqué al árbol un poco, sin poder verlo fijamente a los ojos, simplemente no podía.

—¿Cómo...? — Le iba a preguntar cómo estaba, pero sería una ofensa si quiera pensarlo.

— No estoy bien — se sentó en el césped que había bajo el árbol, lo imité — Y tú tampoco, Dove.

—Ellos encontraron una carta que...

— Lo sé, Dove, yo la leí — por fin me miró a los ojos.

Rompí en llanto de nuevo — Yo no... yo no quería que... yo no sabía... no era mi intención hacerla sentir así... yo sólo quería que...

— ¿Podrías sólo no hablar? No te estoy culpando, Dove, soy incluso más culpable que tú, pero en éste momento sólo quiero a alguien con quien compartir mi dolor — le dio una calada a su cigarrillo, luego lo expulsó — ella me habló de ti — se aclaró la garganta — le.agradabas y quería que fueran amigas... luego ella... luego ella...

—No tienes que decirlo si no quieres, Lance, puedo sólo abrazarte, si quie...

—No, Dove — me interrumpió — si quiero decirlo — Asentí con la cabeza — ella me dijo que... eras alguien real... no como las chicas que a veces se le acercaban — una leve risa salió de él — a ella nunca le había agradado ninguna chica... — se recostó más en el tronco — yo pensaba que tenía misoginia... o algo así.

—Ella es maravillosa — comenté mirando el nublado cielo.

— Era, Dove, era maravillosa —  tiró el cigarrillo en la grava frente a nosotros — cuanto más pronto lo asimilemos, más llevadero será el dolor.

A partir de ahí no pude decir nada más, sólo me recosté junto a él a una distancia prudente y mire las nubes combinadas con el azul oscuro estrellado, las nubes parecían parches en el cielo. O parecían las hojas de despedida de Frankie regadas en el cielo.

Y entonces pensé.

Si Lance también leyó la carta de Frankie, significaba que en realidad la prueba no llegó cuando yo estaba ahí sentada, la carta la habían leído Lance y Lion  y probablemente la leerían todos los que mencionaban ahí. Lo cual me llevó a preguntarme:

¿Qué era lo que buscaban si la carta ya dejaba claro que ella misma lo había hecho?

No lo entendía en absoluto, pero con el amanecer a tan poco tiempo y el cansancio al máximo... no quería saber de nada más... ni siquiera quería saber de mí misma.

***

Desperté con el sonido de unas voces a lo lejos, parpadeé un poco y me incorporé, miré a mi alrededor. Esta no era mi cama y ese no era mi dormitorio.

—No, tú sabes, tú lo sabes, así que no quiero — hubo un silencio — y no, no lo siento.

Lo siguiente que escuché fue el sonido del picaporte, así que reaccioné haciéndome la dormida.

Escuché un suspiro y luego la cama se hundió a mi lado.

—También me dijo que estaba bien si me enamoraba de alguien como tú... en ese momento no lo entendí ... y creo que ahora tampoco, pero espero que me ayudes a entenderlo... ella dijo que para enamorarme de nuevo,  ella y tu tenían que aprobarla... —escuché su leve risa — me reí y le dije que nunca me enamoraría de alguien que no fuera ella —pude imaginarlo sonriendo — luego hicimos el amor hasta el cansancio.

Quería pararme y abrazarlo, decirle que todo estaba bien, pero no podía, una presión en el pecho me lo impedía.

—Sé que estás despierta, Dove — su voz sonaba más ronca — Y no me molesta que te hagas la dormida, yo también lo haría si me diera cuenta de que estoy en ropa interior.

Abrí los ojos y me senté tan rápido que Me sentí extremadamente mareada —¿Por... por qué estoy en ropa interior? —pregunté mientras me cubría con las mantas.

—Estábamos sentados en el césped y recostados en un árbol, no iba a dejar que ensuciaras el lado de la cama de... Frankie —su tono de voz bajó considerablemente cuando dijo su nombre.

—¿Cómo... Por qué... por qué me dejaste acostar en su lado...eso no es...?

—¿Inapropiado?— me interrumpió él y se encogió de hombros — No lo sé — suspiró — tal vez estoy demasiado drogado — rió un poco — pero créeme, así es mejor — se recostó en mi regazo — si no estuviera drogado, estaría llorando, golpeando cosas o autolesionandome de nuevo.

—Lance... — acaricié su mejilla — quisiera decirte que no te sientas así y que todo estará bien, pero sólo estaría mintiendo... jamás me había pasado algo así y ni siquiera puedo imaginarme como te debes sentir, debe ser lo más difícil que has tenido que pasar, pero... pero... eventualmente lo superarás, estarás bien y cuando te des cuenta amarás a alguien, tal y como ... Frankie hubiera querido.

— Pero yo no...

—No, no la amarás igual que como amas a Frankie, pero la amarás intensamente... algún día,  Lance.

— Ella tenía razón — murmuró con los ojos adormilados — Eres diferente e ingenua — sonrió — tus pechos se ven hermosos desde aquí.

No sabía si reír, cubrirme, cubrirlo o golpearlo, pero sólo me sonrojé y mis manos acariciaron su cabello mientras miraba por la ventana. No le tomé tanta importancia porque lo más probable era que mañana no recordara nada de esto.

— Te ves linda sonriendo —bostezó.

No dije más esa noche, él por su lado se durmió segundos después de decir eso...

Me sentía rara.

Nunca nadie me había halagado de esa forma... Nadie me había dicho cosas tan lindas.

Estaba drogado, lo sabia y lo más probable era que estuviera alucinando o lo que sea que le hiciera la droga al cerebro, pero no podía evitar sentirme bien y aunque también sabía que no era el momento para tomarle importancia a estas cosas... lo hice, le tomé importancia a lo que dijo Lance, le tomé importancia por como me hizo sentir y por lo raro que era para mí sentirme así.  Le tomé importancia... le tomé importancia a lo que dijo el novio de mi difunta amiga.

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