Dove Justice no es la típica chica
bonita, delgada, sarcástica y bromista que va a una fraternidad. No, ella es totalmente diferente.
Dove deja todo atrás cuando se ve obligada a ir a vivir con su primo Flynn a una fraternidad llamada Kingma Beta en...
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Capítulo 17
Me desperté con dolor de cabeza y un mareo horrible.
Tal vez estaba embarazada. Pensé, pero luego recordé que era una adolescente virginal y se me pasó la preocupación.
Gracias, ovarios que necesitan esperma para procrear.
Miré a mi alrededor y sólo encontré oscuridad, busqué mi celular en la mesita de noche, pero no había nada.
—Frankie— escuché un susurro adormilado.
Frankie… ella estaba…
—Muerta — la voz de Lance me hizo voltear a verlo — ¿TU QUÉ HACES AQUÍ? — gritó tan fuerte que me hizo sobresaltar y caer de la cama.
Pinche vida.
—Lo… lo siento — murmuré temerosa mientras me ponía de pie.
—Dime que no lo hicimos — dijo casi suplicante.
—No, por supuesto que no, nosotros…
—No hay un nosotros — me interrumpió, yo asentí mientras me colocaba el vestido ¬— ¿Podrías largarte de un puta vez?
Mis ojos picaban; no sabía si era por lo que él había dicho o por darme cuenta que todo lo sucedido en la noche anterior había sido cierto y no solo un mal sueño como pensé en un principio.
Salí de la habitación con mis zapatos en la mano y me dirigí a la habitación de Heister, al entrar, todo estaba en completa oscuridad, no había luz ni sombra, solo oscuridad.
—¿Heister? — llamé, buscando a tientas el interruptor. —Todo esto es tú culpa — murmuró apenas entendible, como si tuviera los dientes apretados — ¡TODA ESTA MIERDA ES TU CULPA! — gritó y lo próximo que sucedió fue que sentí un empujón y mi brazo fue impactado contra algo filoso, pero ese mórbido dolor me recorrió el cuerpo entero.
Llevé mi mano a la parte afectada y pude percibir un líquido en mis dedos — Heister… — murmuré dolida y lo próximo que noté fue que la luz fue encendida y pude mirar la sangre en mi brazo y en la mano con que me había tocado previamente, despues vi los ojos de Heister examinándome con preocupación.
—¿qué rayos has hecho? — después todo se volvió oscuridad.
Odiaba ver sangre.
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E
l sonido del pib, pib, pib.
Ese sonido agobiante me transportaba años atrás. Malos años atrás.
Abrí los ojos y me encontré con un techo y paredes blancas, miré una sombra proveniente de la ventana y sonreí al verlo.
—Keegan — murmuré sonriente — ¿Qué haces…? — un momento — ¿Qué hago aquí?