¡Una gorda en Kingma Beta! (+16)

Capítulo Veinticinco

Con la llave de mi habitación temblando en mis manos, abrí la puerta y entré, aún temblorosa.

¿Qué quería este bello hombre al seguirme a mis aposentos?

Ok, no, estaba súper aterrada, sí, pero...

— No hagas esa cara — su voz me hizo sobresaltar.

—¿Qué cara?— Lo miré incrédula.

—La cara de "si quiere sexo lo golpeó: si me va a matar: grito" — dijo con tanta seriedad, que me sentí apenada cuando solté la carcajada.

¿Cómo sabe que un gesto que piensa exactamente eso se ve así?

—En realidad te estaba viendo con cara de "¿Por qué no se va? ¿será que quiere que le pague por traerme aquí?"

Esta vez quien rió( levemente) fue él.

—Sólo quería asegurarme de que hayas tomado en cuenta lo que te dije — me sorprendía la facilidad con la que cambiaba de semblante.

—Sí, estamos en paz, es en serio, no me...

—Hablo de lo otro — me interrumpió — no quiero que investiguen más a mis chicos y si te pasa algo, lo harán de nuevo — mi ceño se frunció — ¿Qué? ¿Creíste que la que me preocupaba eras tú? — Estaba a punto de refutar, pero Dexter no paró de hablar— No, tu eres una extraña para mí, ellos son mi familia, aunque no lo parezcan y si algo te sucede es mi problema porque eso les afecta y no en el modo cursi que crees, así que cuida tus espaldas, niña.

Dexter era de lo más raro, parecía como si fuera de la casa quisiera ser gentil conmigo y dentro era un patán.

¿Será que la casa estaba maldita o algo así?

Su comentario me había herido, sí, bastante, pero no lo suficiente para ponerme a sobrepensar la situación.

Dexter se fue sin decir nada más y minutos después, Con el cansancio digno de mí, me dirigí hacia la cocina por un vaso de agua.

Cuando entre a la cocina, un chillido de impresión salió de mí.

No podía creer lo que estaba presenciando.

Eran Dexter y Harvey besándose.

¿Qué?

Santa Mierda.

Virgen de los abdominales de Raquel Mendoza.

Ellos se separaron apenas me oyeron y me quedaron mirando aterrados.

No sabía que ellos eran... bueno, homosexuales o bisexuales o pansexuales, o lo que sea que fueran.

— Dove — habló Dexter.

— Esto no es lo que parece — completó Harvey.

Aww, se complementaban las frases.

Volví a chillar, pero esta vez de emoción — No lo puedo creer ¿desde cuándo son pareja?

—No, Dove, no.

— esto no es una pareja, esto es... esto es... — dijo Dexter.

— Un error — terminó Harvey y algo dentro de Lotzo se rompió... ok, no se rompió nada, pero se me había caído un potencial ship.

—No le digas de esto a nadie, por favor — suplicó Dexter.

— por supuesto que no, Dexter. Una tregua ¿lo olvidas? — sonreí.

—No soy Dexter, Dove, soy Daxon.

¿Cómo iba a saberlo? Si hasta tiene las mismas pijamas, de eso me percaté cuando trajeron su ropa de la lavandería.