| 11 |

851 128 69
                                    

Hola, este es más corto pero les juro que vale la pena.
De aquí las cosas comienzan a cambiar por fin genteee
.
.
.
.
.

Narrador Omnisciente

Emilia no podía procesar lo sucedido hace unos segundos. Bajó lentamente su mirada a su falda que se encontraba rasgada hasta su muslo, mostrando parte de su pierna izquierda.    Logró salir del trance luego de mirar como Luisa estaba igual de estática que ella.

-¡WUAH, DISCÚLPAME!- chilló con pena Emilia, tratando de taparse con las manos e inclinando su torso hacia adelante.

"¿No puedo tener siquiera un día que no ocurra algo malo? Además ¡Por qué justo en frente de Luisa!".

-Ah ¡No! ¡No te disculpes! Fue mi culpa- dijo Luisa mientras se acercaba rápidamente - Voy a llevarte adentro ¿Me dejas llevarte?- preguntó sin saber si podía o no tocar a la de baja estatura, que se encontraba muy afligida.

-¿Si?- respondió en duda Emilia quien seguía ensimismada mirando su falda triste, hasta que de repente sintió como la tomaban en brazos - ¿L-Luisa?-. Dijo sorprendida.

Luisa comenzó a caminar hacia la puerta con Emilia en sus brazos, hasta que Mirabel se acercó apresurada a ellas.

-¡Chicas! ¿Qué pasó? ¿por qué llevas a Emy en brazos? ¡No me digas que te caíste si ni siquiera estabas arriba de la bici!- dijo en broma hasta que miró lo suficientemente bien la falda rota- ah ¿AH DE VERDAD TE CAÍSTE?-.

-No, se le enredó en la bicicleta y bueno, iba a-.

-¡Llévala a mi pieza! Llamaré a nuestra mamá para que la arregle- interrumpió Mirabel mientras iba dónde Camilo y Antonio para decirle que ya volvía.

Luisa suspiró y entró a la casa tratando de no llamar mucho la atención. Subió rápidamente al segundo piso y entró a la pieza de Mirabel, dejando a Emilia en la cama de su hermana.

-Voy a ver si Mirabel tiene alguna falda para que te pongas, ya que ustedes son casi del mismo tamaño- dijo Luisa mientras se dirigía al armario.

-Gracias y...disculpa la molestia-.

-No es una molestia, es lo menos que puedo hacer- le respondió apenada.

"Es tan atenta y preocupada por los demá, linda muy linda" pensó Emilia "Y me cargó hasta acá como princesa, ¡es toda un caballero! ¿O príncipe azul?" Ante sus pensamientos, para evitar chillar de la emoción, cubrió su rostro contra la almohada avergonzada.

-¿Estás bien?- le preguntó Luisa confundida.

- S-si- rió nerviosamente.

-Bueno mira, esta falda puedes ocupar por mientras- le dijo mientras le mostraba una falda azul con flores lilas en ella.

- ¡Está linda! Gracias- Emilia recibió la falda y luego miró a Luisa- Hum...-.

-¿Hm? Ah- Luisa se giró, dándole la espalda a Emilia- ¿Ahí está bien?-.

-Sí- dijo tímidamente mientras se sacaba su falda rota y se ponía la de Mirabel- ¿No tiene botones?

¡Voy a por tí, Luisa Madrigal! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora